El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre. Sí, el corazón del hombre se pervierte desde la juventud; pero no volveré a matar a los vivientes como acabo de hacerlo.
Levítico 1:9 - Nueva Biblia Española (1975) Lavarán vísceras y patas. El sacerdote lo dejará quemarse completamente sobre el altar. Es un holocausto: oblación de aroma que aplaca al Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, las vísceras y las patas deben lavarse primero con agua. Después el sacerdote quemará el sacrificio completo sobre el altar como ofrenda quemada. Es una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Lavarán con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo en el altar. Así es el holocausto, y es un sacrificio por el fuego cuyo suave olor apacigua a Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion y después de lavar en agua sus entrañas y sus patas, el sacerdote lo dejará consumir todo sobre el altar. Es un holocausto, un sacrificio ígneo de olor que apacigua a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 lavará con agua las entrañas y las patas y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar. Es un holocausto, manjar pasado por el fuego de calmante aroma para Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y lavará con agua sus intestinos y sus piernas; y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová. |
El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre. Sí, el corazón del hombre se pervierte desde la juventud; pero no volveré a matar a los vivientes como acabo de hacerlo.
Hizo diez aguamaniles; puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda. En ellos se lavaba el material de los holocaustos, mientras que el depósito estaba destinado a las abluciones de los sacerdotes.
Te ofreceré victimas cebadas, te quemaré carneros, inmolaré vacas y cabras.
No comerán de ella nada crudo ni cocido en agua, sino asado a fuego: con cabeza, patas y entrañas.
y lo dejarás quemarse completamente sobre el altar. Es holocausto para el Señor: oblación de aroma que aplaca al Señor.
Lo recibirás otra vez de sus manos y lo dejarás quemarse en el altar, sobre el holocausto, como aroma que aplaca al Señor. Es una oblación al Señor.
Jerusalén, lava tu corazón de maldades, para salvarte, ¿hasta cuándo anidarán en tu pecho planes criminales?
Cuando los introduje en la tierra que con la mano en alto había jurado darles, al ver un collado alto, al ver un árbol copudo, allí hacían sus sacrificios, allí depositaban su irritante ofrenda, allí ponían sus oblaciones de aroma que aplaca, allí vertían sus libaciones.
Como aroma que aplaca los aceptaré cuando los saque de los países y los reúna de entre las naciones en las que están dispersos y muestre en ustedes mi santidad a la vista de los paganos.
Había un cuarto que comunicaba con el vestíbulo de la puerta. Era el lavadero de las víctimas de los holocaustos.
Lavarán vísceras y patas. El sacerdote lo dejará quemarse completamente sobre el altar. Es un holocausto: oblación de aroma que aplaca al Señor.
Le rasgará las alas sin arrancarlas, y el sacerdote dejará quemarse la víctima sobre el altar, sobre la leña, sobre el fuego. Es un holocausto: oblación de aroma que aplaca al Señor.
El sacerdote quemará, en obsequio, algo de la masa y el aceite con todo el incienso. Es una oblación al Señor.
La llevará a los sacerdotes aaronitas, y uno de éstos, tomando un pellizco de flor de harina, con aceite y todo el incienso, lo dejará quemarse sobre el altar, en obsequio. Es una oblación de aroma que aplaca al Señor.
Tomará de la ofrenda el obsequio y lo dejará quemarse sobre el altar. Es una oblación de aroma que aplaca al Señor.
El sacerdote la dejará quemarse sobre, el altar. Es comida en oblación al Señor.
Los aaronitas la dejarán quemarse sobre el altar, sobre el holocausto, sobre la leña, sobre el fuego. Es una oblación de aroma que aplaca al Señor.
Le quitará toda la grasa, como en los sacrificios de comunión, y la dejará quemarse sobre el altar como aroma que aplaca al Señor. El sacerdote expía así por él, y queda perdonado.
Y tomando de la ofrenda un pellizco de flor de harina con aceite y todo el incienso, lo dejará quemarse sobre el altar en obsequio de aroma que aplaca al Señor.
Lavó vísceras y patas y dejó quemarse todo el carnero sobre el altar, como el Señor se lo había ordenado. Fue un holocausto; oblación de aroma que aplaca al Señor.
Luego, Moisés lo recibió de sus manos y lo dejó quemarse sobre el altar del holocausto. Fue un sacrificio de consagración: oblación de aroma que aplaca al Señor.
Lavó vísceras y patas y las dejó quemarse sobre el holocausto, sobre el altar.
¡Arriba, espada, contra mi pastor, contra mi ayudante! -oráculo del Señor- de los ejércitos-. Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas; volveré mi mano contra los zagales.
y hagan una oblación al Señor, de ganado mayor o menor -sea holocausto o sacrificio de comunión voluntario o en cumplimiento de un voto o con ocasión de una fiesta, oblación de aroma que aplaca al Señor-,
El primero de mes ofrecerán en holocausto al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos añales sin defecto.
La libación será de un litro por cada cordero. La libación de licor se hará en el templo.
El segundo cordero lo ofrecerás al atardecer, con la misma ofrenda y la misma libación de la mañana, en oblación de aroma que aplaca al Señor.
Porque somos el incienso que el Mesías ofrece a Dios entre los que se salvan y los que se pierden;
y vivan en mutuo amor, igual que el Mesías les demostró su amor entregándose por ustedes, ofreciéndose a Dios como sacrificio fragante.
De los holocaustos ofrecerás carne y sangre sobre el altar del Señor, tu Dios; de los sacrificios de comunión derramarás la sangre sobre el altar del Señor, tu Dios, y comerás la carne.
Este es mi recibo por todo: tengo de sobra, he quedado bien provisto al recibir lo que me mandan con Epafrodito: es un incienso perfumado, un sacrificio aceptable que agrada a Dios.