Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí un altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña.
Juan 18:12 - Nueva Biblia Española (1975) Entonces, el batallón, el comandante y los guardias de las autoridades judías prendieron a Jesús y lo ataron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que los soldados, el oficial que los comandaba y los guardias del templo arrestaron a Jesús y lo ataron. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces los soldados, con el comandante y los guardias de los judíos, prendieron a Jesús, lo ataron La Biblia Textual 3a Edicion Entonces la cohorte, el tribuno, y los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y lo ataron, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces la cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces la compañía y el tribuno y alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús, y le ataron, |
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí un altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña.
los hizo custodiar en casa del mayordomo, en la cárcel donde José estaba preso.
el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenen una procesión con ramos hasta los ángulos del altar.
Los que detuvieron a Jesús lo condujeron a casa de Caifas el sumo sacerdote, donde se habían reunido los letrados y los senadores.
y, atándolo, lo condujeron a Pilato, el gobernador, y se lo entregaron.
A continuación, los soldados del gobernador llevaron a Jesús a la residencia y reunieron alrededor de él a toda la compañía.
Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes, los senadores y los letrados.
Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los senadores, los letrados y el Consejo en a Dn7,13.pleno, prepararon su plan, y atándolo, lo condujeron a Pilató y se lo entregaron.
Lo prendieron, se lo llevaron y lo condujeron a casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.
Así, el tal Judas, cogiendo el batallón y, además, guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, fue allí con faroles, antorchas y armas.
Intentaban matarlo, cuando llegó noticia al comandante de la guarnición de que toda Jerusalén andaba revuelta.
Cuando estaban para meterlo en el cuartel dijo Pablo al comandante: ¿Me permites decirte dos palabras? El comandante contestó: ¿Sabes griego?
La disputa crecía, y el comandante, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó que bajara la tropa para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel.
Los filisteos lo agarraron, le vaciaron los ojos y lo bajaron a Gaza; lo ataron con cadenas y lo tenían moliendo grano en la cárcel.