Luego envió Dios un ángel a Jerusalén para asolarla. Pero apenas había comenzado lo vio el Señor, se arrepintió del castigo y dijo al ángel exterminador: Basta, detén tu mano. El ángel del Señor se encontraba junto a la era de Ornan, el jebuseo.
Jonás 3:10 - Nueva Biblia Española (1975) Vio Dios sus obras y que se habían convertido de su mala vida, y se arrepintió de la catástrofe con que había amenazado a Nínive y no la ejecutó. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado. Biblia Católica (Latinoamericana) Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían arrepentido de su mala conducta, se arrepintió él también y no los castigó como los había amenazado. La Biblia Textual 3a Edicion Y vio ’Elohim lo que hacían, cómo se volvían de su mal camino, y desistió ’Elohim del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, se arrepintió del mal con que los había amenazado y no lo ejecutó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió Dios del mal que había dicho que les había de hacer, y no lo hizo. |
Luego envió Dios un ángel a Jerusalén para asolarla. Pero apenas había comenzado lo vio el Señor, se arrepintió del castigo y dijo al ángel exterminador: Basta, detén tu mano. El ángel del Señor se encontraba junto a la era de Ornan, el jebuseo.
Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.
El que oculta su crimen no prosperará, el que lo confiesa y se enmienda será compadecido.
Pero el Señor espera para apiadarse de ustedes, aguanta para compadecerlos porque el Señor es un Dios recto: dichosos los que esperan en él.
Primero me refiero a un pueblo y a un rey y hablo de arrancar y arrasar:
si ese pueblo al que me refiero se convierte de su maldad, yo me arrepentiré del mal que pensaba hacerles.
A ver si escuchan los judíos las amenazas que pienso ejecutar contra ellos y se convierte cada cual de su mala conducta y puedo perdonar sus crímenes y pecados.
Si se quedan a vivir en esta tierra, los construiré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré; porque me pesa del mal que les he hecho.
Rasguen los corazones y no los vestidos; conviértanse al Señor, su Dios, que es compasivo y clemente, paciente y misericordioso, y se arrepiente de las amenazas.
¿y yo no voy a apiadarme de Nínive, la gran metrópoli, que habitan más de ciento veinte mil hombres que no distinguen la derecha de la izquierda, y muchísimo ganado?
rezó al Señor en estos términos: ¡Ah Señor, ya me lo decía yo cuando estaba en mi tierra! Por algo me adelanté a huir a Tarsis; porque sé que eres 'un Dios compasivo y clemente, paciente y misericordioso', que te arrepientes de las amenazas.
Los habitantes de Nínive se alzarán a confrontarse con esa clase de hombres y los condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás, y hay más que Jonás aquí.
Entonces se puso en camino para casa de su padre: su padre lo vio de lejos y se enterneció; salió corriendo, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.