Entonces el rey suplicó al profeta: Por favor, aplaca al Señor, tu Dios, y reza por mí para que recupere el movimiento del brazo. El profeta aplacó al Señor y el rey recuperó el movimiento del brazo, que le quedó como antes.
Éxodo 8:4 - Nueva Biblia Española (1975) Las ranas te acosarán a ti, a tu corte, a tu pueblo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos. Biblia Nueva Traducción Viviente Las ranas saltarán sobre ti, sobre tu gente y sobre todos tus funcionarios’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: 'Pidan a Yavé que aleje de mí y de mi país estas ranas, y yo dejaré que su pueblo salga para ofrecer sacrificios a Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: 'Pedid a Yahveh que aleje las ranas de mi y de mi pueblo y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Yahveh'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las ranas subirán sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos. |
Entonces el rey suplicó al profeta: Por favor, aplaca al Señor, tu Dios, y reza por mí para que recupere el movimiento del brazo. El profeta aplacó al Señor y el rey recuperó el movimiento del brazo, que le quedó como antes.
el mismo que arroja desprecio sobre los príncipes y los descarría por una inmensidad sin caminos, -
Perdonen mi pecado esta vez, recen al Señor, su Dios, para que aleje de mí este castigo mortal.
El Señor lo cumplió: nubes de moscas invadieron el palacio del Faraón y de su corte y todo el territorio egipcio, de modo que toda la tierra estaba infestada de moscas.
bullirá el Nilo de ranas que subirán, se meterán en tu palacio, por habitaciones y alcobas y hasta tu cama; lo mismo pasará en casa de tus ministros y de tu pueblo, en hornos y artesas.
El Señor dijo a Moisés: Dile a Aarón: Extiende la mano con el bastón sobre ríos, canales y estanques, y haz salir ranas por todo el territorio egipcio.
Recen al Señor, que ya basta de truenos y granizo, y les dejaré marchar sin retenerlos más.
¡Qué locos los magnates de Tanis, los sabios que aconsejan al Faraón consejos desatinados. ¿Cómo dicen ustedes al Faraón: Soy discípulo de sabios, discípulo de antiguos reyes?
El Señor herirá a los egipcios: los herirá y los curará; ellos volverán al Señor, él los escuchará y los curará.
El Señor de los ejércitos decretó abatir el orgullo de los príncipes y humillar a los grandes de la tierra.
Y ahora yo, Nabucodonosor, alabo y ensalzo y glorifico al Rey del cielo, porque sus obras son justas y rectos sus caminos; al que procede con arrogancia lo humilla.
Entonces el pueblo acudió a Moisés diciendo: Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes. Moisés rezó al Señor por el pueblo,