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An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 15:7 - Nueva Biblia Española (1975)

tu diestra, Señor, tritura al enemigo, tu gran victoria destruye al adversario, lanzas tu incendio y los devora como paja.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Con la grandeza de tu majestad, derribas a los que se levantan contra ti. Desatas tu ardiente furia y los consume como a paja.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tu Gloria derriba a tus adversarios, despachas tu furor y los devora como paja.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Con la grandeza de tu majestad, Derribas tus oponentes, Enviaste tu furor, Los tragó como a hojarasca.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

por la grandeza de tu gloria derribas a tus adversarios, desatas tu furor y los devora como paja.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los consumió como a hojarasca.

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Éxodo 15:7
29 Tagairtí Cros  

¿Quién, fuerte o sabio, le resiste y queda ileso?


alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra:


Que tu cólera los acabe, que los acabe sin dejar rastro: para que sepa que Dios gobierna a Jacob y hasta el confín de la tierra.


que cabalga por el cielo, el cielo antiquísimo, que lanza su voz, su voz poderosa:


Dios mío, vuélvelos hojarasca, vilanos frente al vendaval;


Moisés tendió su mano sobre el mar: al despuntar el día el mar recobró su estado ordinario, los egipcios en fuga dieron en él, y el Señor arrojó a los egipcios en medio del mar.


El pueblo se dispersó por todo el territorio egipcio buscando paja.


Con este fin te he mantenido en tu puesto, para mostrarte mi fuerza y para que se difunda mi fama en toda la tierra.


Presta oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo.


¿A quién has ultrajado e insultado, contra quién has alzado la voz y levantado tus ojos a lo alto? ¡Contra el Santo de Israel!


cuando te agitas contra mí y cuando te calmas sube a mis oídos. Te pondré mi argolla en la nariz y mi freno en el hocico, y te llevaré por el camino por donde viniste.


Aquella misma noche' salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; por la mañana, al despertar, los encontraron cadáveres.


Y un día, mientras estaba postrado en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Saréser lo mataron con la espada, y escaparon al territorio de Ararat. Y le sucedió en el trono su hijo Asaradón.


Míralos convertidos en paja: el fuego los consume y no pueden librarse del poder de las llamas; ni siquiera son brasas para calentarse ni hogar para sentarse enfrente.


Será doblegado el mortal, será humillado el hombre, los ojos arrogantes serán humillados.


Pues bien, como la lengua de fuego devora el rastrojo y la paja se consume en la llama, su raíz se pudrirá, sus brotes volarán como tamo. Porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos y despreciaron la palabra del Santo de Israel.


No hay como tú, Señor; tú eres grande, grande es tu fama y tu poder, ¿quién no te temerá?


Ahora se alían contra ti muchas naciones diciendo: Está profanada, gocemos del espectáculo de Sión;


Porque el Señor saldrá a luchar contra esas naciones como cuando salía a luchar en la batalla.


Aquel día brotará un manantial en Jerusalén: la mitad fluirá hacia el mar oriental, la otra mitad hacia el mar occidental, lo mismo en verano que en invierno.


Porque así dice el Señor de los ejércitos a las naciones que los deportaron: El que los toca a ustedes, me toca a mí la niña de los ojos.


Miren que llega el día, ardiente como un horno, cuando arrogantes y malvados serán la paja: ese día futuro los abrasaré y no quedará de ellos rama ni raíz -dice el Señor de los ejércitos-.


porque trae el rastrillo en la mano para se-parar el grano de la paja y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará en un fuego que no se apaga.


Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?


Nadie como Dios, 'mi Cariño', que cabalga por el cielo en tu auxilio, cabalga majestuoso las nubes.


Pues el Señor, tu Dios, es fuego voraz, dios celoso.


porque nuestro Dios es fuego devorador.