No es que su fe esté en nuestra mano, pero somos cooperadores en su alegría
2 Corintios 10:8 - Nueva Biblia Española (1975) Y aunque presumiera un poco demasiado de mi autoridad, que me dio el Señor para construir la comunidad de ustedes, no para destruirla, nadie va a dejarme en mal lugar, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Biblia Nueva Traducción Viviente Pareciera que estoy jactándome demasiado de la autoridad que nos dio el Señor, pero nuestra autoridad los edifica a ustedes, no los destruye. Así que no me avergonzaré de usar mi autoridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Y aunque parezca demasiado seguro del poder que el Señor me dio para edificarlos, no para destruirlos, no me avergonzaré de haberlo dicho. La Biblia Textual 3a Edicion Porque, aunque me gloriara algo más acerca de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y aunque me haya jactado algo excesivamente de la autoridad que el Señor nos dio para edificación vuestra y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque aunque me gloríe algo más de nuestra autoridad (la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción), no me avergonzaré; |
No es que su fe esté en nuestra mano, pero somos cooperadores en su alegría
porque las armas de mi milicia no son humanas; no, es Dios quien les da poder para derribar fortalezas: derribamos falacias
¿Piensan ya hace rato que me estoy justificando ante ustedes? Hablo como cristiano, delante de Dios, y todo es para construir su comunidad, amigos míos,
Y eso que si quisiera presumir, no sería un insensato, diría la pura verdad, pero lo dejo, para que nadie me tenga en más de lo que puede sacar viéndome u oyéndome y por lo extraordinario de las revelaciones.
Por esta razón les escribo así mientras estoy fuera, para no verme obligado a ser severo en persona con la autoridad que el Señor me ha dado para construir, no para derribar.
No tenemos poder alguno contra la verdad, sólo en favor de la verdad.
En ninguno de los elogios que le había hecho de ustedes quedé mal, todo lo contrario: lo mismo que a ustedes siempre les he dicho la verdad, también los elogios que hice a Tito de ustedes resultaron ser verdad.
Mucha es mi confianza con ustedes, mucho mi orgullo por ustedes, me siento lleno de ánimos, reboso alegría en medio de todas mis penalidades.
Pablo, apóstol no por nombramiento ni intervención humana, sino por intervención de Jesús Mesías y de Dios Padre, que lo resucitó de la muerte.
pero no me siento derrotado, pues sé en quién he confiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.