2 Corintios 1:10 - Nueva Biblia Española (1975) EL me salvó y me salvará de tan tremendos peligros de muerte; en él está nuestra esperanza y nos salvará en adelante; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte; Biblia Nueva Traducción Viviente Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él seguirá rescatándonos, Biblia Católica (Latinoamericana) El nos libró de ese peligro de muerte tan grande, y nos seguirá protegiendo. En él hemos puesto nuestra esperanza y seguirá amparándonos, La Biblia Textual 3a Edicion el cual nos libró de tan gran muerte, y nos librará;° en quien hemos esperado, y aún nos librará; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él nos libró de una muerte tan segura y nos librará. En Él hemos puesto la esperanza de que nos seguirá librando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) el cual nos libró, y nos libra; y en quien confiamos que aún nos librará de tan grande muerte; |
Escúchenme, casa de Jacob, resto de la casa de Israel, con quien he cargado desde que nacieron, a quien he llevado desde que salieron de las entrañas:
Si es así, el Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos.
Entonces el rey mandó traer a Daniel y echarlo al foso de los leones. El rey dijo a Daniel: ¡Que te salve ese Dios a quien tú veneras con tanta constancia!
Por este motivo me prendieron los judíos, estando yo en el templo, y trataron de asesinarme;
que escape de los incrédulos de Judea y que este servicio mío a Jerusalén sea bien acogido allí por los consagrados.
Sí, en mi interior di por descontada la sentencia de muerte; así aprendí a no confiar en mí mismo, sino en Dios, que resucita a los muertos.
los desconocidos conocidos de sobra, los moribundos que están bien vivos, los penados nunca ajusticiados,
y éste es el objetivo de nuestras fatigas y luchas, pues tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, salvador de todos los hombres, sobre todo de los fieles,
Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas; quería anunciar íntegro el mensaje por mi medio y que lo oyera todo el mundo pagano; él me libró de las fauces del león.
Sabe el Señor sacar a los piadosos de la prueba, a los culpables en cambio sabe irlos castigando, guardándolos para el día del juicio.
Y añadió: El Señor, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de las manos de ese filisteo. Entonces Saúl le dijo: Anda con Dios.
Samuel tomó una piedra y la plantó entre Atakya y Muela, y la llamó Piedrayuda, explicando: Hasta aquí nos ayudó el Señor.