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1 Juan 3:12 - Nueva Biblia Española (1975)

no como Caín, que estaba de la parte del malo y asesinó a su hermano. Y ¿por qué lo asesinó? Porque sus propias acciones eran malas y, las de su hermano justas.

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Biblia Reina Valera 1960

No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No debemos ser como Caín, quien pertenecía al maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo recto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No imitemos a Caín, que era del Maligno, y mató a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque él hacía el mal, y su hermano hacía el bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

No como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano;° ¿y por qué razón lo asesinó? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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1 Juan 3:12
31 Tagairtí Cros  

Adán se unió otra vez a su mujer que concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo: Dios me ha dado otro descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín.


Absalón no dirigió una palabra ni buena ni mala a Amnón, pero le guardó rencor por haber violado a su hermana Tamar.


El malvado intriga contra el honrado, rechina los dientes contra él;


los que me pagan males por bienes, los que me atacan cuando procuro el bien.


Cruel es la cólera; la ira, arrolladora; pero ¿quién resistirá a los celos?


Los sanguinarios odian al hombre de bien, los malvados lo persiguen a muerte.


El criminal es aborrecido por los honrados, el hombre recto es aborrecido por los malvados.


Siempre que uno escucha el mensaje del reino y no lo entiende, viene el Malo y se lleva lo sembrado en su corazón; ése es el que recibió la semilla en el camino.


la finca es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la maleza son los seguidores del Malo;


así recaerá sobre ustedes toda la sangre inocente derramada sobre la tierra; desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que mataron entre el santuario y el altar.


Pilato repuso: ¿Por qué?, ¿qué ha hecho de malo? Ellos gritaban más y más: ¡Que lo crucifiquen!


Cuando digan sí sea un sí, y cuando no un no; lo que pasa de ahí es cosa del Malo.


desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, se lo repito: Se le pedirá cuenta a tal clase de gente.


Les replicó Jesús: Muchas obras excelentes les he hecho ver, que son del Padre; ¿por cuál de esas obras me apedrean?


en cambio, tratan de matarme a mí, hombre que les he estado exponiendo la verdad que aprendí de Dios. Eso no lo hizo Abrahán.


Ustedes realizan las obras de su padre. Le replicaron entonces: Nosotros no hemos nacido de prostitución, un solo padre tenemos, Dios.


¿Hubo un profeta que sus padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y a él lo han traicionado y asesinado ustedes ahora;


de hecho, ustedes, hermanos, resultaron imitadores de las comunidades cristianas de Judea, pues sus propios compatriotas los han hecho sufrir exactamente como ellos los judíos,


Por la fe ofreció Abel un sacrificio superior al de Caín, y por ella recibió testimonio de su rectitud, pues Dios mismo aprobó sus dones; por su fe, estando muerto habla todavía.


al mediador de una nueva alianza, Jesús, y a la sangre de la aspersión, que clama con más fuerza que la de Abel.


Ahora, cuando no van ustedes con ellos al consabido derroche de inmoralidad, se extrañan y los insultan;


quien comete el pecado es del diablo, que ha sido pecador desde el principio. Precisamente para esto se manifestó el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.


¡Ay de ellos! Se metieron por la senda de Caín, por dinero cayeron en la aberración de Balaán y perecieron en el motín de Coré.


Vi que la mujer estaba borracha de la sangre de los consagrados y de la sangre de los testigos de Jesús. Al verla me quedé asombrado.