191 No envidies a los malvados, no busques su compañía; 2 pues se pasan el tiempo tramando violencia y no hablan más que de buscar problemas. 203 Con sabiduría se construye la casa y con inteligencia sus cimientos; 4 con conocimiento se llenan sus cuartos de toda clase de riquezas y cosas valiosas. 215 El hombre sabio es más poderoso que el hombre fuerte. 6 La guerra se hace con buena estrategia, la victoria se alcanza con muchos consejeros. 227 La sabiduría no es para el necio, que en la asamblea del pueblo nada tiene que decir. 238 Al que planea perversidades, le llaman intrigante. 9 Los planes del necio son pecado, y todos desprecian al insolente. 2410 Si te desanimas cuando estás en medio de muchos problemas, es que no tienes mucha fortaleza. 2511 Rescata a los que van rumbo a la muerte, detén a los que a tumbos avanzan al sepulcro. 12 Pues aunque digas que no sabías nada, el que conoce los corazones, el que vigila tu vida, sí lo sabrá. Él paga a cada uno según sus obras. 2613 Hijo mío, come miel, porque es buena; la miel del panal es dulce a tu paladar. 14 Así de dulce sea la sabiduría a tu alma; si das con ella, tendrás buen futuro; tendrás una esperanza que no será destruida. 2715 No hagas planes malvados en contra de la casa del justo, ni acabes con la casa donde él vive; 16 porque puede que caigan siete veces, pero cada vez que caigan se levantarán; pero a los malvados les bastará una sola caída para hundirse en la desgracia. 2817 No te alegres cuando tu enemigo caiga, ni dejes que tu corazón se regocije cuando tropiece, 18 porque el Señor verá lo que pasa y no le agradará, y apartará su enojo de él. 2919 No te alteres por causa de los malvados, ni sientas envidia de los impíos, 20 porque no hay futuro para el malvado, su lámpara se apagará. 3021 Hijo mío, teme al Señor y honra al rey, y no te juntes con los rebeldes. 22 Porque de repente les vendrá el desastre; ¡y quién sabe cuál será el castigo del Señor y del rey! Otros dichos de los sabios23 También estos son dichos de los sabios: Es malo mostrar favor hacia alguien en el juicio. 24 Al que dice al culpable: «Eres inocente», lo maldecirán los pueblos y las naciones. 25 Pero se derramarán bendiciones sobre el que condene al culpable. 26 La respuesta sincera es como el beso en los labios. 27 Prepara primero tus faenas de cultivo y ten listos tus campos para la siembra; después de eso, construye tu casa. 28 No testifiques sin ninguna causa contra tu prójimo ni digas mentiras. 29 No digas, «¡Ahora me desquitaré de todo el mal que me hizo!». 30 Pasé junto al campo del perezoso, junto a la viña del que no tiene sentido común. 31 Había espinas por todas partes; la hierba cubría el terreno, y su cerca de piedras estaba derrumbada. 32 Entonces, mientras miraba y pensaba en esto, aprendí esta lección: 33 Un poquito más de sueño, otra pequeña siesta, cruza los brazos para descansar… 34 ¡y te asaltará la pobreza como un ladrón, y la escasez como un bandido armado! |