1 Moisés habló a los jefes de las tribus de Israel: Esto es lo que ordena el Señor: 2 Cuando un hombre haga un voto al Señor o se comprometa a algo bajo juramento, no faltará a su palabra: cómo lo dijo lo hará. 3 Cuando una mujer en su juventud, mientras vive con su padre, haga un voto o adquiera un compromiso, 4 si su padre, al enterarse del voto o del compromiso, no dice nada, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos. 5 Pero si su padre, al enterarse, lo desaprueba, entonces no quedan en pie sus votos ni el compromiso. El Señor la dispensa, porque su padre lo ha desaprobado. 6 Y si se casa, estando ligada por el voto o por el compromiso que salió de sus labios por irreflexión, 7 y al enterarse el marido no le dice nada, entonces los votos son válidos y quedan en pie los compromisos; 8 pero si al enterarse el marido lo desaprueba, entonces anula el voto que la ligaba y los compromisos salidos de sus labios. El Señor la dispensa. 9 El voto de la viuda y de la repudiada y los compromisos que adquiere son válidos. 10 Cuando una mujer hace un voto en casa de su marido o se compromete a algo bajo juramento, 11 si su marido, al enterarse, no dice nada y no lo desaprueba, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos; 12 pero si su marido, al enterarse, lo anula, entonces todo lo que salió de sus labios, votos y compromisos, son inválidos. Su marido lo ha anulado y Dios la dispensa. 13 El marido puede ratificar o anular todo voto o juramento de hacer una penitencia. 14 Pero si a los dos días el maridó no le ha dicho nada, entonces ratifica todos los votos y compromisos que la ligan: los ratifica con el silencio que guardó al enterarse; 15 y si los anula más tarde, cargará él con la culpa de ella. 16 Estas son las órdenes que dio el Señor a Moisés para marido y mujer, para padre e hija cuando aún joven vive con su padre. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.