sin que pudieran permanecer allí los sacerdotes para el servicio por causa de la nube, pues la gloria de Yahvé llenaba la casa.
Lucas 2:9 - Biblia Nacar-Colunga Se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz, y quedaron sobrecogidos de temor. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Biblia Nueva Traducción Viviente De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, Biblia Católica (Latinoamericana) Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. La Biblia Textual 3a Edicion Y° un ángel del Señor se presentó ante ellos, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió en claridad. Ellos sintieron un gran temor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí, el ángel del Señor vino sobre ellos, y la gloria del Señor los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor. |
sin que pudieran permanecer allí los sacerdotes para el servicio por causa de la nube, pues la gloria de Yahvé llenaba la casa.
Mientras hablaba Aarón a toda la asamblea de los hijos de Israel, volviéronse éstos de cara al desierto, y apareció la gloria de Yahvá en la nube.
y a la mañana veréis la gloria de Yahvé, pues ha oído vuestras murmuraciones, que van contra Yahvé; porque nosotros, ¿qué somos para que murmuréis contra nosotros?”
Florecerá y exultará y dará cantos de triunfo; le será dada la gloria del Líbano, la magnificencia del Carmelo y del Sarón; ellos verán la gloria de Yahvé y la magnificencia de nuestro Dios.'
Porque va a mostrarse la gloria de Yahvé, y a una la verá toda carne, porque ha hablado la boca de Yahvé.
Levántate y resplandece, pues ha llegado tu luz, y la gloria de Yahvé alborea sobre ti,
Levánteme y salí al campo, y vi que estaba allí la gloria de Yahvé, como la gloria que había visto en la ribera del Kebar, y caí rostro a tierra,
Mientras reflexionaba sobre esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo.
Había en la región unos pastores que moraban en el campo y estaban velando las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Estando ellas perplejas sobre esto, se les presentaron dos hombres vestidos de vestiduras deslumbrantes.
un ángel del Señor se presentó, y el calabozo se iluminó; y golpeando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto; y se cayeron las cadenas de sus manos”
Esta noche se me ha aparecido un ángel de Dios, cuyo soy y a quien sirvo,
Pero el ángel del Señor les abrió de noche las puertas de la prisión, y sacándolos les dijo:
Todos nosotros a cara descubierta reflejamos la gloria del Señor como en un espejo y nos transformamos en la misma imagen, de gloria en gloria, a medida que obra en nosotros el espíritu del Señor.
Porque Dios, que dijo: Brille la luz del seno de las tinieblas, es el que ha hecho brillar la luz en nuestros corazones para que demos a conocer la ciencia de la gloria de Dios que brilla en el rostro de Cristo.
Y sin duda que es grande el misterio de la piedad: “Que se ha manifestado en la carne, ha sido justificado por el Espíritu, ha sido mostrado a los ángeles, predicado a las naciones, creído en el mundo, ensalzado en la gloria.”
Y tan terrible era la aparición, que Moisés dijo: “Estoy aterrado y tembloroso.”
Después de estas cosas vi otro ángel que bajaba del cielo con gran poder, a cuya claridad quedó la tierra iluminada.
Vi un trono alto y blanco, y al que en él se sentaba, de cuya presencia huyeron el cielo y la tierra, y no dejaron rastro de sí.