Y bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. Y serán bendecidas en ti todas las familias de la tierra.”
Lucas 2:10 - Biblia Nacar-Colunga Díjoles el ángel: No temáis, os anuncio una gran alegría que es para todo el pueblo: Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Biblia Nueva Traducción Viviente pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el ángel les dijo: 'No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo:' La Biblia Textual 3a Edicion Pero el ángel les dijo: ¡No temáis! pues he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el ángel les dijo: 'No tengáis miedo. Porque mirad: os traigo una buena noticia que será de grande alegría para todo el pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: |
Y bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. Y serán bendecidas en ti todas las familias de la tierra.”
Sube a un alto monte, mensajera de buenas nuevas de Sión; alza con fuerza, tu voz, mensajera de buenas nuevas de Jerusalén. Álzala, no temas; di a las ciudades de Judá: He aquí a vuestro Dios.'
Yo el primero lo anuncié a Sión y di a Jerusalén un mensajero de buena nueva,
Dijo: Ligera cosa es para mí que seas tú mi siervo, para restablecer las tribus de Jacob y reconducir a los salvados de Israel. Yo te he puesto para luz de las gentes, para llevar mi salvación hasta los confines de la tierra.
Yahvé ha desnudado su santo brazo a los ojos de todos los pueblos, y verán todos los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios.
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la salvación, diciendo a Sión: Reina tu Dios!
El espíritu del Señor, Yahvé, está sobre mí, pues Yahvé me ha ungido, me ha enviado para predicar la buena nueva a los abatidos y sanar a los de quebrantado corazón, para anunciar la libertad de los cautivos y la liberación a los encarcelados.
Luego me dijo: ¡Nada temas, varón predilecto; sea contigo la paz! ¡Animo, valor! Y, en habiéndome, recobré mis fuerzas, y dije: Hable mi señor, pues me has fortalecido.'
Alégrate sobremanera, hija de Sión, Grita exultante, hija de Jerusalén. He aquí que viene a ti tu Rey, justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino hijo de asna.
Pero al instante les habló, diciendo: Tened confianza, soy yo; no temáis.'
Y, acercándose Jesús, les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra;'
El ángel, dirigiéndose a las mujeres, dijo: No temáis vosotras, pues sé que buscáis a Jesús el crucificado.
? diciendo: Cumplido es el tiempo, y el reino de Dios está cercano; arrepentios y creed en el Evangelio.'
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.
Dijóle el ángel: “No temas, Zacarías, porque tu plegaria ha sido escuchada, e Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, al que pondrás por nombre Juan.
El ángel le contestó, diciendo: “Yo soy Gabriel, que asisto ante Dios, y he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena nueva.
El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios,
Os ha nacido hoy un Salvador, que es el Cristo Señor, en la ciudad de David.
y que se predicase en su nombre la conversión y la remisión de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Yendo por ciudades y aldeas, predicaba y evangelizaba el reino de Dios. Lc acompañaban los Doce
Nosotros os anunciamos el cumplimiento de la promesa hecha a nuestros padres,
¿Y cómo predicarán si no son enviados? Según está escrito: “¡Cuan hermosos los pies de los que anuncian buenas nuevas!”
A mí, el menor de todos los santos, me fue otorgada esta gracia de anunciar a los gentiles la incalculable riqueza de Cristo,
si perseveráis firmemente fundados e inconmovibles en la fe y no os apartáis de la esperanza del Evangelio que habéis oído, que ha sido predicado a toda criatura bajo los cielos, y cuyo ministro he sido constituido yo, Pablo.