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Cantares 7:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Me dije: «Me subiré a la palmera; de sus racimos me adueñaré». ¡Sean tus pechos como racimos de uvas, tu aliento cual fragancia de manzanas

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Dije: «Treparé a la palmera y tomaré su fruto». Que tus pechos sean como racimos de uvas y tu aliento, como la fragancia de manzanas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Tu talle se parece a la palmera; tus pechos, a los racimos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Alguien Dije: Subiré a la palmera, Tomaré sus frutos: Sean tus pechos como racimos de la vid, Y la fragancia de tu aliento como de manzanas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Tu talle es comparable a la palmera, tus pechos a racimos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Yo dije: Subiré a la palmera, asiré sus ramas; y tus pechos serán ahora como racimos de la vid, y el olor de tu nariz como de manzanas;

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Cantares 7:8
10 Referencias Cruzadas  

La fragancia de tus perfumes es placentera; tu nombre es bálsamo aromático. ¡Con razón te aman las doncellas!


Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los jóvenes. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.


¡Fortalézcanme con pasas, susténtenme con manzanas, porque desfallezco de amor!


¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplen en mi jardín; ¡esparzan su fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos.


Tu altura se asemeja a la palmera y tus pechos, a sus racimos.


Me regocijaré en favorecerlos y con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré firmemente en esta tierra.


La vid se secó y la higuera se marchitó; el granado, la palmera, el manzano y todos los árboles del campo se secaron. Y hasta la alegría de la gente se marchitó.


Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento.


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