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71 Versículos Bíblicos para Bendecir a los Hijos
Yahweh ordenará bendiciones para ti sobre tus graneros y sobre todas tus empresas: te bendecirá en la tierra que te está dando Yahweh tu Elohim.
Que este Libro de la Torah nunca cese de tus labios, sino que lo recites día y noche, para que observes fielmente todo lo que está escrito en él. Solamente entonces prosperarás en tus empresas y sólo entonces tendrás éxito.
Porque nuestros hijos son como plantas, bien cuidados en su juventud; nuestras hijas son como piedras angulares labradas para adornar un palacio.
Guarda lo que Yahweh tu Elohim te ha encomendado, andando en sus caminos y siguiendo sus leyes, sus mandamientos, sus reglas y sus amonestaciones, como está escrito en la Torah de Mosheh, para que tengas éxito en todo lo que emprendas y dondequiera que vayas.
el Elohim de tu padre que te ayuda, y Shaday que te bendice con bendiciones del cielo arriba, bendiciones del abismo que yace abajo, bendiciones del pecho y el vientre.
Feliz el hombre que confía en Yahweh, cuya confianza es Yahweh solamente.
Será como un árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus raíces a la corriente: no siente cuando viene el calor, sus hojas están siempre verdes; no se preocupa en el año de sequía, no deja de dar fruto.
Porque él fortaleció las trancas de tus puertas, y bendijo a tus hijos en medio de ti.
Yahweh te bendiga desde Tsiyón; que compartas la prosperidad de Yerushalem todos los días de tu vida,
y que vivas para ver a los hijos de tus hijos. Que le vaya bien a Yisrael.
Honra a tu padre y a tu madre –que es el primer mandamiento con promesa–
para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra.
¡Oh Yerushalem, glorifica a Yahweh; alaba a tu Elohim, oh Tsiyón!
Porque él fortaleció las trancas de tus puertas, y bendijo a tus hijos en medio de ti.
Sus descendientes serán poderosos en la tierra, una generación bendecida de hombres rectos.
así como yo derramo aguas en suelo sediento, y lluvia en tierra seca, así derramaré mi espíritu sobre tu linaje, mi bendición sobre tus posteridad.
Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y se realizarán, si le haces caso a la palabra de Yahweh tu Elohim:
Yahweh te bendiga desde Tsiyón; que compartas la prosperidad de Yerushalem todos los días de tu vida,
Así que mi Elohim suplirá toda necesidad de ustedes, conforme a sus riquezas en gloria en el Mashíaj Yahoshúa.
Entrena a un muchacho en el camino que debe seguir; y no se apartará del él ni en la edad avanzada.
Hijos, obedezcan en el Maestro a sus padres, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre –que es el primer mandamiento con promesa–
para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra.
En verdad les digo que cualquiera que no reciba el reino de Yahweh como un niño, jamás entrará en él”.
Entonces los tomaba en los brazos, ponía las manos sobre ellos y los bendecía.
Yahweh te bendiga y te guarde;
Yahweh te mire con bondad y te favorezca;
Yahweh te mire con aprobación y ponga en ti paz.
Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes –declara Yahweh– planes para su bienestar y no para desastre, para darles un futuro esperanzador.
El favor del Maestro Yahoshúa el Mashíaj, el amor de Yahweh y la comunión del espíritu de santidad sean con todos ustedes.
Canción de las subidas. Felices los que honran a Yahweh, que siguen sus caminos.
Disfrutarás del fruto de tus labores; serás feliz y prosperarás.
Tu esposa será como vid fructífera en tu casa; tus hijos, como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
Así será bendecido el que honra a Yahweh.
Porque Yahweh tu Elohim te bendecirá como te ha prometido: tú darás préstamos a muchas naciones, pero no tendrás que coger prestado; dominarás a muchas naciones, pero ellas no te dominarán.
Grábate en la mente estas instrucciones que te encargo hoy.
Incúlcaselas a tus hijos. Recítalas cuando estés en tu casa y cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Si ustedes siguen mis leyes y observan fielmente mis mandamientos,
yo les concederé sus lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará su producto y los árboles del campo su fruto.
Honra a tu padre y a tu madre, para que se alargue tu vida en la tierra que Yahweh tu Elohim te da.
pero los que confían en Yahweh renovarán sus fuerzas como las águilas echan nuevas plumas: correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán”.
“La mujer, cuando da a luz, sufre dolor, porque le ha llegado la hora. Pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda del dolor, por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo.
Pero Yahoshúa los llamó y les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque de los tales es el reino de Elohim.
Confía en Yahweh con todo tu corazón, y no te fíes de tu propio entendimiento.
En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él suavizará tus sendas.
Que el Elohim de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del espíritu de santidad.
Halelu-Yah. Feliz el hombre que respeta a Yahweh, que se dedica con fervor a sus mandamientos.
Sus descendientes serán poderosos en la tierra, una generación bendecida de hombres rectos.
Bienestar y riquezas hay en su casa, y su benevolencia dura para siempre.
[Nun] Fui joven y ya soy viejo, y nunca he visto a un justo desamparado, ni a su linaje mendigando el pan.
En todo tiempo es generoso, y presta, su linaje es una bendición.
Entonces Yahoshúa les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí y no lo impidan, porque de los tales es el reino del Cielo.
Miren qué gran amor nos ha dado el Padre: que se nos llama hijos de Elohim; y lo somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.
El principio de la sabiduría es: adquiere sabiduría; con todas tus adquisiciones, adquiere discernimiento.
La fe es la seguridad que se tiene de lo que se espera, la convicción en cuanto a realidades que aún no se ven.
Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de arriba, del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.
Yahweh te protegerá de todo mal; él protegerá tu vida.
Yahweh cuidará tu salida y tu entrada ahora y siempre.
Ahora bien, si obedeces a Yahweh tu Elohim, para observar fielmente todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, Yahweh tu Elohim te pondrá muy por encima de todas las naciones de la tierra.
Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y se realizarán, si le haces caso a la palabra de Yahweh tu Elohim:
Como un pastor, apacienta su rebaño: reúne a los corderos en sus brazos y los lleva en su regazo; con cuidado conduce a las ovejas con crías.
Sabemos que Yahweh hace que todas las cosas contribuyan al bien de los que lo aman, de los llamados conforme a su propósito.
Así que, todos ustedes son hijos de Elohim por medio de la fe en el Mashíaj Yahoshúa,
porque todos los que se sumergieron en el Mashíaj se han revestido del Mashíaj.
Ya no hay yahudita ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos ustedes son uno en el Mashíaj Yahoshúa.
Y ya que son del Mashíaj, ciertamente son descendencia de Avraham, herederos conforme a la promesa.
Fuiste tú quien creó mi conciencia; tú me formaste en el vientre de mi madre.
Te alabo, porque estoy hecho de manera asombrosa y maravillosa; tu obra es maravillosa; lo sé muy bien.
Bendito sea el Elohim y Padre de nuestro Maestro Yahoshúa el Mashíaj, quien nos ha bendecido en el Mashíaj con toda bendición espiritual en los lugares celestiales.
Traigo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual estuvo primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy convencido de que también en ti.
Yahweh protege a los extranjeros; le da valor al huérfano y a la viuda, pero hace tortuosa la senda de los malvados.
Mi cuerpo y mi mente fallan, pero Elohim es la fortaleza de mi mente, y mi porción eterna.
Pues si ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le piden?
Por esta razón también nosotros, desde el día en que lo supimos, no cesamos de orar por ustedes y de rogar que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y plena comprensión espiritual.
Para que anden como es digno del Maestro, a fin de agradarlo en todo; de manera que produzcan fruto en toda buena obra y que crezcan en el conocimiento de Elohim.