Tomará un poco de sangre del toro y con su dedo la rociará en el lado este de la tapa de expiación. También rociará un poco con su dedo siete veces delante de la tapa de la expiación.
Números 19:4 - Versión Biblia Libre El sacerdote Eleazar pondrá un poco de su sangre en su dedo y la rociará siete veces hacia la entrada del Tabernáculo de Reunión. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete veces; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Eleazar tomará con el dedo un poco de la sangre y la rociará siete veces hacia el frente del tabernáculo. Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote Eleazar untará su dedo en la sangre y rociará siete veces volviéndose hacia la entrada de la Tienda de las Citas. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el sacerdote Eleazar tomará de su sangre con su dedo, y con esa sangre salpicará siete veces hacia la parte delantera de la Tienda de Reunión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después el sacerdote Eleazar mojará su dedo en la sangre y hará con ella siete aspersiones hacia la entrada de la tienda del encuentro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote Eleazar tomará de su sangre con su dedo, y rociará con la sangre de ella hacia la parte delantera del tabernáculo de la congregación siete veces; |
Tomará un poco de sangre del toro y con su dedo la rociará en el lado este de la tapa de expiación. También rociará un poco con su dedo siete veces delante de la tapa de la expiación.
Rociará con su dedo siete veces la sangre para dedicarla y purificarla de la inmundicia de los israelitas.
Mojará su dedo en la sangre y lo rociará siete veces ante el Señor delante del velo.
El sumo sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará un poco de ella siete veces delante el Señor, frente del velo del santuario.
Han venido a Jesús, quien participa con nosotros de esta nueva relación de pacto; han venido a la sangre esparcida que tiene más valor que la de Abel.
Ustedes fueron elegidos por Dios, el Padre, en su sabiduría, y son un pueblo santo por el Espíritu, que obedece a Jesucristo y que está rociado con su sangre. Tengan gracia y paz cada vez más.