y entonces murió en Quiriat-Arba (o Hebrón) en la tierra de Canaán. Abraham fue adentro para lamentar su muerte y llorar por ella.
Lucas 8:52 - Versión Biblia Libre Todas las personas que estaban allí lloraban y se lamentaban por ella. “No lloren”, les dijo Jesús. “Ella no está muerta, solo está durmiendo”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. Biblia Nueva Traducción Viviente La casa estaba llena de personas que lloraban y se lamentaban, pero Jesús dijo: «¡Dejen de llorar! No está muerta; solo duerme». Biblia Católica (Latinoamericana) Los demás se lamentaban y lloraban en voz alta, pero Jesús les dijo: 'No lloren; la niña no está muerta, sino dormida. La Biblia Textual 3a Edicion Y todos lloraban y lamentaban por ella. Pero Él dijo: No lloréis, porque no ha muerto,° sino duerme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos lloraban y se lamentaban por ella. Pero él dijo: 'No lloréis más; no ha muerto, sino que está durmiendo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y lloraban todos, y hacían duelo por ella. Y Él dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme. |
y entonces murió en Quiriat-Arba (o Hebrón) en la tierra de Canaán. Abraham fue adentro para lamentar su muerte y llorar por ella.
El rey se derrumbó. Subió a la sala sobre la puerta y lloró. Mientras caminaba, sollozaba: “¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!”
Para los israelitas la gloria del Señor parecía un fuego ardiente en la cima de la montaña.
Yo enviaré un espíritu de gracia y oración en la casa de David y sobe los habitantes de Jerusalén. Ellos mirarán al que han atravesado, y se lamentarán sobre él, como quien guarda luto por su único hijo, llorando amargamente por su romogénito.
‘tocamos la flauta para ustedes y no danzaron; cantamos canciones tristes y no lloraron’.
Una gran multitud lo seguía, junto con las mujeres que se lamentaban y lloraban por él.
Y cuando las multitudes que habían venido a ver a Jesús vieron lo que sucedió, se fueron a sus casas afligidos y dándose golpes en el pecho.
Cuando Jesús llegó a la casa, no permitió que nadie más entrara, excepto Pedro, Juan y Santiago, y el padre y la madre de la niña.
Cuando Jesús escuchó la noticia dijo: “El resultado final de esta enfermedad no será la muerte. A través de esto, será revelada la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios sea glorificado”.