“Los pescadores estarán en la orilla del Mar Muerto. Podrán extender sus redes desde En-gedi hasta En-eglaim y pescar muchas clases de peces. Habrá muchos peces como en el Mar Mediterráneo.
Lucas 5:5 - Versión Biblia Libre “Señor, trabajamos arduamente toda la noche y no atrapamos nada. Pero si tú lo dices, lanzaré las redes”, respondió Pedro. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Biblia Nueva Traducción Viviente —Maestro —respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente. Biblia Católica (Latinoamericana) Simón respondió: 'Maestro, por más que lo hicimos durante toda la noche, no pescamos nada; pero, si tú lo dices, echaré las redes. La Biblia Textual 3a Edicion Pero respondiendo Simón, dijo: Maestro,° después de bregar durante toda la noche, nada hemos pescado;° pero en tu palabra, echaré abajo la red. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y respondió Simón: 'Maestro, toda la noche hemos estado bregando, pero no hemos pescado nada, sin embargo, puesto que tú lo dices, echaré las redes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, hemos trabajado toda la noche, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. |
“Los pescadores estarán en la orilla del Mar Muerto. Podrán extender sus redes desde En-gedi hasta En-eglaim y pescar muchas clases de peces. Habrá muchos peces como en el Mar Mediterráneo.
Y desde allí le gritaron: “Jesús, Maestro, por favor, ten misericordia de nosotros”.
Entonces ellos fueron donde estaba Jesús y lo despertaron. “Maestro, maestro, ¡vamos a ahogarnos!” dijeron ellos. Jesús entonces se despertó y ordenó al viento y a las fuertes olas que se detuvieran. Y se detuvieron, y todo quedó en calma.
“¿Quién me tocó?” preguntó Jesús. Todos los que lo rodeaban negaron haberlo hecho. “Pero Maestro”, dijo Pedro, “hay mucha gente aglomerada a tu alrededor, y todos empujan hacia ti”.
Cuando los dos hombres estaban a punto de marcharse, Pedro le dijo a Jesús, “Maestro, es grandioso estar aquí. Hagamos unos refugios: uno para ti, uno para Moisés, y uno para Elías”. Pero Pedro en realidad no sabía lo que estaba diciendo.
Juan levantó la voz, diciendo: “Maestro, vimos a alguien expulsando demonios en tu nombre y tratamos de detenerlo porque no era uno de nosotros”.
“Voy a pescar”, dijo Simón Pedro. “Iremos contigo”, respondieron ellos. Entonces fueron y se montaron en una barca, pero en toda la noche no atraparon nada.