Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Lucas 9:33 - Versión Biblia Libre

33 Cuando los dos hombres estaban a punto de marcharse, Pedro le dijo a Jesús, “Maestro, es grandioso estar aquí. Hagamos unos refugios: uno para ti, uno para Moisés, y uno para Elías”. Pero Pedro en realidad no sabía lo que estaba diciendo.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Cuando Moisés y Elías comenzaron a irse, Pedro, sin saber siquiera lo que decía, exclamó: «Maestro, ¡es maravilloso que estemos aquí! Hagamos tres enramadas como recordatorios: una para ti, una para Moisés y la otra para Elías».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Como éstos estaban para irse, Pedro dijo a Jesús: 'Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pero no sabía lo que decía.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

33 Y sucedió que al tiempo que ellos se apartaban de Él, dijo Pedro a Jesús: Maestro, bueno es quedarnos aquí y hacer tres tabernáculos:° uno para ti, y otro para Moisés y otro para Elías (sin saber° lo que decía).

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Cuando éstos estaban a punto de separarse de él, dijo Pedro a Jesús: '¡Maestro! ¡Qué bueno seria quedarnos aquí! Vamos a hacer tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías'; sin saber lo que decía.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 9:33
13 Referencias Cruzadas  

Solo le pido al Señor una cosa: quiero vivir en la casa del Señor toda mi vida, contemplando la bondad del Señor y pensando en su sano Templo.


¡Pero yo amo estar cerca de Dios! He elegido al Señor Dios como mi protector, y contaré todo lo que has hecho.


Cuando se aproximaban a la multitud, un hombre llegó y se arrodilló delante de Jesús.


Pedro los interrumpió diciéndole a Jesús: “Señor, qué bien se siente estar aquí. Si tú quieres haré tres enramadas—una para ti, una para Moisés, y una para Elías”.


“Ustedes no saben lo que están pidiendo”, respondió Jesús. “¿Pueden ustedes beber la copa que yo bebo? ¿Pueden ustedes ser bautizados con el bautismo de dolor que yo voy a sufrir?”


“Señor, trabajamos arduamente toda la noche y no atrapamos nada. Pero si tú lo dices, lanzaré las redes”, respondió Pedro.


Mientras aún hablaba, vino una nube y los cubrió. Y ellos estaban aterrorizados mientras la nube los cubría.


Juan levantó la voz, diciendo: “Maestro, vimos a alguien expulsando demonios en tu nombre y tratamos de detenerlo porque no era uno de nosotros”.


Felipe dijo: “Señor, muéstranos al Padre, y estaremos convencidos”.


Porque el Dios que dijo: “Que brille la luz en medio de la oscuridad”, brilló en nuestros corazones para iluminar el conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos