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Lucas 15:8 - Versión Biblia Libre

“Imaginen que una mujer tiene diez monedas de plata, y pierde una de ellas. ¿No encendería ella una lámpara y luego barrería la casa, buscando cuidadosamente hasta encontrarla?

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Biblia Reina Valera 1960

¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No encenderá una lámpara y barrerá toda la casa y buscará con cuidado hasta que la encuentre?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y si una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra?

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiera una dracma, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la halla?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿O qué mujer que tenga diez dracmas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa, y la busca cuidadosamente hasta encontrarla?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿O qué mujer que teniendo diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

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Otras versiones



Lucas 15:8
9 Referencias Cruzadas  

Así como un pastor va en busca de su oveja perdida cuando está con el rebaño, así yo buscaré a mis ovejas. “Las rescataré de todos los lugares en los que se dispersaron en un día oscuro y lúgubre.


Nadie enciende una lámpara para luego ocultarla bajo una cesta. No, se le coloca sobre un candelero y así da luz a todos los que están en la casa.


Les aseguro que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve que no necesitan arrepentimiento.


Y cuando la encuentra, llama a sus amigos y vecinos y los invita, diciendo: ‘¡Vengan y celebren conmigo! He encontrado la moneda de plata que había perdido’.


Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos”.


Tengo otras ovejas que no están en este redil. Debo traerlas también. Ellas escucharán mi voz, y entonces habrá un solo rebaño con un solo pastor.


Y no solo por la nación judía, sino por todos los hijos de Dios que estaban esparcidos, a fin de que volvieran a reunirse y ser un solo pueblo.


Muchos de los que practicaban la brujería recogieron sus libros de magia y los llevaron para ser quemados públicamente. Y sacaron cuentas sobre el valor de los libros, y el total era de cincuenta mil monedas de plata.


Él vino y compartió la buena noticia de paz con los que estaban lejos y con los que estaban cerca,