Juan 3:26 - Versión Biblia Libre Ellos fueron donde Juan y le dijeron: “Rabí, el hombre con el que estabas al otro lado del Jordán, del cual diste un testimonio favorable, ¡mira, ahora está bautizando y todos están acudiendo a él!” Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los discípulos de Juan fueron a decirle: —Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del río Jordán, a quien identificaste como el Mesías, también está bautizando a la gente. Y todos van a él en lugar de venir a nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Fueron donde Juan y le dijeron: 'Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y en cuyo favor tú hablaste, está ahora bautizando y todos se van a él. La Biblia Textual 3a Edicion Y se acercaron a Juan, y le dijeron: Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, he aquí que bautiza y todos acuden a Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Fueron, pues, a ver a Juan, y le dijeron: ' Rabbí, aquel que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ahora se pone a bautizar, y todos acuden a él'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, he aquí Él bautiza, y todos vienen a Él. |
Observé que toda habilidad en el trabajo proviene de la competencia con los demás. Una vez más, esto es difícil de entender, como tratar de aferrarse al escurridizo viento.
He jurado por mí mismo, he dicho lo que es justo y no me retractaré jamás. Todos se inclinarán ante mí; todos me reconocerán.
A ellos les gusta que los saluden con respeto en las plazas del mercado, y que la gente les llame ‘Rabí’.
“No dejen que la gente los llame ‘Rabí’. El Gran Maestro de ustedes es solo uno, y ustedes son todos hermanos.
Juan dio su testimonio acerca de él, exclamando al pueblo: “Este es del cual yo les hablaba cuando les dije: ‘El que viene después de mi es más importante que yo, porque antes de que yo viviera, ya él existía’”.
Él vino como testigo para hablar acerca de la luz, a fin de que todos pudieran creer por medio de él.
Si dejamos que siga, todos creerán en él, y entonces los romanos destruirán tanto el Templo como nuestra nación”.
Los Fariseos se decían unos a otros: “Miren, no estamos logrando nada. Todos corren detrás de él”.
Él vino por la noche donde Jesús estaba y le dijo: “Rabí, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte Dios, porque nadie podría hacer las señales milagrosas que tú estás haciendo a menos que Dios esté con él”.
Cuando Jesús se dio cuenta que los Fariseos habían descubierto que él estaba ganando y bautizando más discípulos que Juan,
Mientras tanto, los discípulos de Jesús estaban insistiéndole: “¡Maestro, come algo, por favor!”