Juan 11:48 - Versión Biblia Libre

⁴⁸ Si dejamos que siga, todos creerán en él, y entonces los romanos destruirán tanto el Templo como nuestra nación”.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁸ Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁸ Si lo dejamos seguir así, dentro de poco todos van a creer en él. Entonces, el ejército romano vendrá y destruirá tanto nuestro templo como nuestra nación».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁸ Si lo dejamos que siga así, todos van a creer en él, y luego intervendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁸ Si lo dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán tanto el Lugar° como la nación.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁸ Si lo dejamos continuar así, todos creerán en él, vendrán los romanos y acabarán con nuestro lugar santo y con nuestro pueblo'.

Juan 11:48 Referencias Cruzadas

Mateo 22:7

El rey se puso furioso. Entonces envió a sus soldados para destruir a esos asesinos y quemar su ciudad.

Mateo 22:9

Vayan a las calles e inviten a todos los que encuentren para que vengan a la boda’.

Mateo 24:15

Así que cuando vean el ‘mal que profana’ en el lugar santo del cual habló el profeta Daniel (los que leen esto, por favor, examínenlo cuidadosamente),

Mateo 27:25

Todo el pueblo respondió: “¡Que su sangre sea sobre nuestras cabezas y las de nuestros hijos!”

Lucas 11:52

¡Qué lástima me dan ustedes! Pues le han quitado a la gente la llave de las puertas del conocimiento. Ni ustedes entraron, ni permitieron que otros entraran”.

Lucas 8:12

Las semillas que caen en el camino son los que oyen el mensaje, pero el diablo se lleva la verdad de sus mentes a fin de que ellos no puedan confiar en Dios ni salvarse.

Juan 1:7

Él vino como testigo para hablar acerca de la luz, a fin de que todos pudieran creer por medio de él.

Hechos 5:28

“¿Acaso no les dimos orden de no enseñar en este nombre?” preguntó el Sumo Sacerdote, con tono exigente. “¡Miren, han saturado a toda Jerusalén con su enseñanza, y ahora ustedes tratan de culparnos por la muerte de él!”