pero el pobre no tenía más que una pequeña oveja que había comprado. La cuidó y creció con él y con sus hijos. Comía de su plato y bebía de su copa. Dormía en su regazo y era como una hija para él.
Juan 13:23 - Versión Biblia Libre El discípulo a quien Jesús amaba estaba sentado junto a él en la mesa, apoyado cerca de él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente El discípulo a quien Jesús amaba estaba sentado a la mesa a su lado. Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba recostado junto a él en la mesa, La Biblia Textual 3a Edicion Uno de sus discípulos (al cual Jesús amaba), estaba reclinado en el pecho de Jesús; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de sus discípulos, aquel a quien Jesús amaba, estaba recostado a la mesa junto al pecho de Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el pecho de Jesús. |
pero el pobre no tenía más que una pequeña oveja que había comprado. La cuidó y creció con él y con sus hijos. Comía de su plato y bebía de su copa. Dormía en su regazo y era como una hija para él.
Azarías, hijo de Natán, estaba a cargo de los gobernadores. Zabud, hijo de Natán, era sacerdote y consejero del rey.
“Entonces el mendigo murió, y los ángeles lo llevaron con Abrahán. El hombre rico también murió y fue sepultado.
Aunque ninguno ha visto a Dios, Jesucristo, el Único e Incomparable, quien está cerca del Padre, nos ha mostrado cómo es Dios.
Entonces las hermanas enviaron un mensaje a Jesús: “Señor, tu amigo está enfermo”.
Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a Jesús de cuál de todos ellos hablaba.
Cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo que él amaba junto a ella, le dijo a su madre: “Madre, este es tu hijo”.
Entonces ella salió corriendo para decirle a Simón Pedro y al otro discípulo, al que Jesús amaba: “Se han llevado al Señor de la tumba, y no sabemos dónde lo han puesto”.
Cuando Pedro se dio la vuelta, vio que el discípulo a quien Jesús amaba los seguía, el que estaba junto a Jesús durante la cena y que le preguntó, “Señor, ¿quién va a traicionarte?”
Este es el discípulo que confirma lo que ocurrió y quien escribió todas estas cosas. Sabemos que lo que él dice es verdad.
El discípulo a quien Jesús amaba le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Cuando Pedro escuchó que era el Señor, se puso ropa, pues hasta ese momento estaba desnudo, y se lanzó al mar.