La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Jonás 4:2 - Versión Biblia Libre

Y oró al Señor y le dijo: “Señor, ¿no era esto lo que yo te decía cuando estaba en mi casa? ¡Por eso huí a Tarsis desde el principio! Porque yo sabia que eres un Dios misericordioso y compasivo, muy paciente y lleno de amor, que se arrepiente de enviar el desastre.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto? ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Se dirigió a Yavé y le dijo: 'Ah, Yavé, es exactamente lo que yo preveía cuando estaba todavía en mi tierra, y por esto traté de huir a Tarsis. Yo sabía que tú eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y lleno de bondad, siempre dispuesto a perdonar.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y oró a YHVH diciendo: ¡Oh YHVH! ¿No era esto lo que decía yo estando aún en mi tierra? Por eso huí a Tarsis, porque sabía que Tú eres clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, que desistes de dar castigo.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y oró así a Yahveh: '¡Ah Yahveh! ¿No era esto lo que yo me decía cuando aún estaba en mi país? Por eso me apresuré a huir a Tarsis, pues sabía que tú eres clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en bondad, y que te arrepientes del mal con que amenazas.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oró a Jehová, y dijo: Te ruego, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque yo sabía que tú eres Dios clemente y piadoso, lento para la ira y grande en misericordia, y que te arrepientes del mal.

Ver Capítulo
Otras versiones



Jonás 4:2
24 Referencias Cruzadas  

y se adentró un día más en el desierto. Se sentó bajo un arbusto y pidió morir. “Ya estoy harto, Señor”, dijo. “¡Toma mi vida! No soy mejor que mis antepasados”.


El Señor es amable y lleno de gracia, y no rápido para la ira. Lleno de amor y justicia.


El Señor es misericordioso, lento para enojarse, y lleno de amor inagotable.


Pero por su compasión él perdonó su pecado y no los destruyó. Muchas veces contuvo su enojo y no desató toda su furia.


Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de gracia, lento para la ira, lleno de amor y fidelidad.


Porque tú, Señor, eres bueno; tú eres perdonador y amoroso con todos los que vienen a ti.


Señor, ¿Cuánto tiempo pasará antes de que vengas a nosotros y tengas lástima con tus siervos?


El Señor se arrepintió sobre el desastre que amenazó con causar a su pueblo.


Sin embargo, si esa nación a la que advertí abandona sus malos caminos, entonces cambiaré de opinión respecto al desastre que iba a traer.


Me engañaste, Señor, y me dejé engañar! Eres más fuerte que yo: ¡has ganado! Me he convertido en un chiste del que la gente se ríe todo el día. Todo el mundo se burla de mí.


Así que cambien su forma de actuar y hagan lo que el Señor, su Dios, les diga, para que no tenga que llevar a cabo el desastre que ha anunciado que hará caer sobre ustedes.


Si se quedan aquí mismo en este país, entonces los edificaré y no los derribaré; los plantaré y no los desarraigaré, porque estoy muy triste por el desastre que he provocado en ustedes.


Entonces el Señor cambió de parecer. “¡No sucederá!” dijo el Señor.


Entonces el Señor cambió de parecer. “Esto tampoco sucederá”, dijo el Señor.


Pero Jonás salió y huyó a Tarsis para escaparse del Señor. Entonces se fue a Jope, donde encontró un barco que iba en dirección a Tarsis. Pagó el pasaje y abordó para navegar hacia Tarsis y así escapar del Señor.


Y Dios vio lo que habían hecho, y que abandonaron sus malos caminos, y cambió de parecer, y no llevó a cabo la destrucción que había anunciado.


¿Quién sabrá si Dios cambia de parecer y se arrepiente? De pronto decida no destruirnos con su ira”.


¿Quién es un Dios como tú, que perdona el pecado y olvida la rebelión de los que aún quedan en su pueblo especial? Tu no persistes en tu enojo, pues te deleitas en mostrar amor incondicional.


Pero el hombre quería vindicarse, así que le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?”


El Señor su Dios es un Dios misericordioso. No los abandonará, ni los destruirá, ni olvidará el pacto que hizo con sus antepasados, confirmado por una promesa solemne.