Jonás 4:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

² Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto? ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

² Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Se dirigió a Yavé y le dijo: 'Ah, Yavé, es exactamente lo que yo preveía cuando estaba todavía en mi tierra, y por esto traté de huir a Tarsis. Yo sabía que tú eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y lleno de bondad, siempre dispuesto a perdonar.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Y oró a YHVH diciendo: ¡Oh YHVH! ¿No era esto lo que decía yo estando aún en mi tierra? Por eso huí a Tarsis, porque sabía que Tú eres clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, que desistes de dar castigo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² y oró así a Yahveh: '¡Ah Yahveh! ¿No era esto lo que yo me decía cuando aún estaba en mi país? Por eso me apresuré a huir a Tarsis, pues sabía que tú eres clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en bondad, y que te arrepientes del mal con que amenazas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Y oró a Jehová, y dijo: Te ruego, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque yo sabía que tú eres Dios clemente y piadoso, lento para la ira y grande en misericordia, y que te arrepientes del mal.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

² Muy molesto, le dijo a Dios: —¡Ya lo decía yo, mi Dios, ya lo decía yo! Hiciste lo que pensé que harías cuando aún estaba en mi tierra. Por eso quise huir lejos de ti. »Yo sé que eres un Dios muy bueno; te compadeces de todos y es difícil que te enojes. Eres tan cariñoso que, cuando dices que vas a castigar, después cambias de opinión y no lo haces.

Jonás 4:2 Referencias Cruzadas

1 Reyes 19:4

Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: «Basta ya, Señor; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron».

Salmos 103:8

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable.

Salmos 145:8

El Señor es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable.

Salmos 78:38

Sin embargo, él tuvo misericordia y perdonó sus pecados, y no los destruyó a todos. Muchas veces contuvo su enojo y no desató su furia.

Salmos 86:15

Pero tú, oh Señor, eres Dios de compasión y misericordia, lento para enojarte y lleno de amor inagotable y fidelidad.

Salmos 86:5

¡Oh Señor, eres tan bueno; estás tan dispuesto a perdonar, tan lleno de amor inagotable para los que piden tu ayuda!

Salmos 90:13

¡Oh Señor, vuelve a nosotros! ¿Hasta cuándo tardarás? ¡Compadécete de tus siervos!

Éxodo 32:14

Entonces el Señor cambió de parecer en cuanto al terrible desastre con que había amenazado destruir a su pueblo.

Jeremías 18:8

pero luego esa nación renuncia a sus malos caminos, no la destruiré como lo había planeado.

Jeremías 20:7

Oh Señor, me engañaste, y yo me dejé engañar. Eres más fuerte que yo, y me dominaste. Ahora soy objeto de burla todos los días; todos se ríen de mí.

Jeremías 26:13

pero si ustedes dejan de pecar y comienzan a obedecer al Señor su Dios, él cambiará de parecer acerca del desastre que anunció contra ustedes.

Jeremías 42:10

“Permanezcan aquí en esta tierra. Si lo hacen, los edificaré y no los derribaré; los plantaré y no los desarraigaré. Pues lamento todo el castigo que tuve que traer sobre ustedes.

Amós 7:3

Así que el Señor se retractó de ese plan y dijo: —No lo haré.

Amós 7:6

Entonces el Señor también se retractó de ese plan. —Tampoco lo haré —dijo el Señor Soberano.

Jonás 1:3

Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para huir del Señor. Descendió al puerto de Jope donde encontró un barco que partía para Tarsis. Pagó su pasaje, subió a bordo y se embarcó rumbo a Tarsis con la esperanza de escapar del Señor.

Jonás 3:10

Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado.

Jonás 3:9

¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga su ira feroz y no nos destruya».

Miqueas 7:18

¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona la culpa del remanente y pasa por alto los pecados de su preciado pueblo? No seguirás enojado con tu pueblo para siempre, porque tú te deleitas en mostrar tu amor inagotable.

Lucas 10:29

El hombre quería justificar sus acciones, entonces le preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?

Deuteronomio 4:31

Pues el Señor su Dios es Dios compasivo; no los abandonará, ni los destruirá, ni se olvidará del pacto solemne que hizo con sus antepasados.