La felicidad que tú me das es mejor que la de aquellos que tienen una cosecha abundante de grano y vino nuevo.
Joel 1:12 - Versión Biblia Libre Los viñedos están resecos, y la higuera se marchita; los árboles de granada, palma y durazno, todos los árboles frutales se han secado, al tiempo que la felicidad del pueblo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Se secaron las vides y se marchitaron las higueras. Los granados, las palmeras y los manzanos —todos los árboles frutales— se secaron. Y la alegría de la gente se marchitó con ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) La viña se ha secado y la higuera languidece; el granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo están secos, y se nos fue la alegría como avergonzada. La Biblia Textual 3a Edicion La vid está seca, la higuera marchita, Lo mismo el granado, la palmera y el manzano; Todos los árboles del campo están secos, Y hasta el gozo de los hombres se ha agotado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Están secas las cepas, marchitas las higueras; granados, palmeras y manzanos, resecos los árboles todos del campo. Ha desaparecido la alegría entre los hijos de los hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se secó la vid, se marchitó la higuera, el granado también, la palmera y el manzano; se secaron todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres. |
La felicidad que tú me das es mejor que la de aquellos que tienen una cosecha abundante de grano y vino nuevo.
Los que viven con rectitud florecerán como árbol de palma; crecerán tan alto como un cedro en el Líbano.
Mi amor es como un manzano entre los árboles del bosque, comparado con otros jóvenes. Me gusta sentarme a su sombra y su fruta me sabe dulce.
Tu canal es un paraíso de granadas, lleno de las mejores frutas, con henna y nardo,
La alegría y el gozo han desaparecido. Nadie celebra en los campos de cosecha ni en los viñedos; nadie grita de alegría. Nadie pisa las uvas en los lagares. Han dejado de alegrarse.
Las multitudes en la calle gritan, exigiendo tener vino. La alegría se convierte en oscuridad. No queda felicidad en la tierra.
El vino nuevo se seca y la vid se marchita. Todo el pueblo que celebra gime.
Hará que la nación crezca enormemente y la hará extremadamente feliz. El pueblo festejará ante ti como festejan los pueblos en la época de la cosecha, como festejan los soldados al repartir el botín.
Ya no hay fiesta ni alegría en los huertos y campos de Moab. He detenido el jugo de uva que fluye de los lagares. Nadie grita de alegría al pisar las uvas. No, sus gritos ahora no son de alegría.
Los campos están devastados, y la tierra gime porque el grano está arruinado, el nuevo vino se seca, y escasea el aceite de oliva.
¿No hemos visto como se han llevado la comida frente a nuestros ojos? No hay gozo ni alegría en el Templo de Dios.
Al día siguiente, al amanecer, Dios mandó un gusano para que se comiera la planta, y esta se marchitó.
La semilla aún está en el granero. La viña, la higuera, el árbol de granada, y el árbol de olivo no han dado fruto todavía. Pero a partir de este día te bendeciré.
Yo evitaré que vengan plagas de langostas en tus cosechas, y tus viñedos no cesarán de dar fruto, dice el Señor Todopoderoso.
Cuando llegaron al Valle de Escol cortaron una rama que tenía un solo racimo de uvas. Tenían que cargarla en un palo sostenido entre dos hombres. También recogieron algunas granadas e higos.