¡Que Dios me castigue severamente si no ayudo a David a cumplir lo que el Señor le ha prometido!
2 Samuel 3:18 - Versión Biblia Libre Ahora es el momento de hacerlo, porque el Señor le prometió a David: ‘Por medio de mi siervo David voy a salvar a mi pueblo Israel de los filisteos y de todos sus enemigos’”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha hablado a David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos, y de mano de todos sus enemigos. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Ahora es el momento! Pues el Señor ha dicho: “Yo he elegido a David para que salve a mi pueblo Israel de manos de los filisteos y de sus demás enemigos”». Biblia Católica (Latinoamericana) Pasen ahora a las acciones, porque Yavé habló a David en estos términos: Por la mano de mi servidor David salvaré a mi pueblo de Israel de las manos de los filisteos y de todos sus enemigos'. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora, pues, hacedlo así, porque YHVH ha hablado de David diciendo: Por mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano del filisteo, y de mano de todos sus enemigos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cumplidlo ahora, ya que Yahveh dijo de David: 'Por medio de mi siervo David voy a liberar a mi pueblo Israel de la garra de los filisteos y del poder de todos sus enemigos''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha hablado a David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos, y de mano de todos sus enemigos. |
¡Que Dios me castigue severamente si no ayudo a David a cumplir lo que el Señor le ha prometido!
Colocó guarniciones en el reino arameo con capital en Damasco, e hizo que los arameos se sometieran a él y les exigió el pago de impuestos. El Señor le daba victorias a David por donde quiera que iba.
Pero ahora tu reino no durará. El Señor ha encontrado para sí un hombre que piensa como él, y lo ha elegido para que sea el gobernante de su pueblo, porque tú no has cumplido los mandatos del Señor”.
Samuel le dijo: “¡El Señor te ha arrancado hoy el reino de Israel y se lo ha dado a tu prójimo, a uno que es mejor que tú!
El Señor un día le preguntó a Samuel: “¿Hasta cuándo vas a seguir llorando a Saúl porque lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu frasco con aceite de oliva y vete. Ve donde Isaí de Belén, porque he elegido un rey para mí de entre sus hijos”.
“Mañana a esta hora te voy a enviar un hombre de la tierra de Benjamín. Nómbralo como gobernante de mi pueblo Israel, y él los rescatará de los filisteos. He visto lo que le pasa a mi pueblo y he escuchado su ruego de ayuda”.