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2 Samuel 16:8 - Versión Biblia Libre

“El Señor te ha pagado por toda la familia de Saúl que mataste y por robarle el trono. El Señor le ha dado el reino a tu hijo Absalón. Mira cómo has acabado en el desastre por ser un asesino”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El Señor te está pagando por todo el derramamiento de sangre en el clan de Saúl. Le robaste el trono, y ahora el Señor se lo ha dado a tu hijo Absalón. Al fin te van a pagar con la misma moneda, ¡porque eres un asesino!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yavé ha hecho recaer sobre ti la sangre de la familia de Saúl; así como tú le quitaste el trono, así también ahora Yavé se lo da a tu hijo Absalón. Te ha venido la desgracia porque eres un sanguinario'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

YHVH ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, cuyo trono has usurpado, y YHVH ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y ¡hete ahí prendido° en tus maldades, porque eres un hombre sanguinario!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yahveh ha hecho recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, cuyo reino has usurpado, y Yahveh ha entregado el reino en manos de tu hijo Absalón. Ahora has caído en tu propia maldad, porque eres un hombre sanguinario'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado; pero Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y he aquí, has sido tomado en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.

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Otras versiones



2 Samuel 16:8
18 Referencias Cruzadas  

David le dijo al amalecita: “Tu muerte es culpa tuya, porque has testificado contra ti mismo al decir: ‘Yo maté al ungido del Señor’”.


“Su Majestad, por favor, perdóneme y no tenga en cuenta el mal que yo, su siervo, hice cuando Su Majestad salió de Jerusalén. Por favor, olvídelo todo.


Abisai, hijo de Sarvia, dijo: “¿No debería ser ejecutado Simei por esto, por haber maldecido al ungido del Señor?”


Una vez, durante el reinado de David, hubo una hambruna durante tres años seguidos, y David le preguntó al Señor por ello. El Señor le respondió: “Es porque Saúl y su familia son culpables de asesinar a los gabaonitas”.


Los entregó a los gabaonitas, y ellos los colgaron en la colina en presencia del Señor. Los siete murieron al mismo tiempo, ejecutados al comienzo de la cosecha de cebada.


“No olvides a Simí, hijo de Gera, el benjamita de Bahurim que me maldijo con palabras dolorosas cuando fui a Majanayin. Cuando me encontró en el Jordán, le juré por el Señor: ‘No te mataré a espada’.


Muchos me dicen: “Dios no puede salvarte”. Selah.


¿Hasta cuándo, oh pueblo, arruinarás mi reputación? ¿Hasta cuándo amarás la vanidad y las mentiras? Selah.


Porque mis enemigos me gritan; los malvados me intimidan. Ellos hacen llover sufrimientos sobre mí, con furia me asaltan en su odio.


si he pagado mal a un amigo, si le he robado a mi enemigo sin razón,


La maldición no caerá sobre la persona que no la merece. Será como el ave o la golondrina que revolotean.


Estas personas derramaron la sangre de los creyentes. ¡Y ahora les das a beber sangre, como lo merecen!”


Esto sucedió por el asesinato de los setenta hijos de Jerob-baal y para que la responsabilidad de su sangre recayera en Abimelec, su hermano, que los mató, y en los líderes de Siquem, que proporcionaron los medios para matar a sus hermanos.