2 Samuel 1:16 - Versión Biblia Libre

¹⁶ David le dijo al amalecita: “Tu muerte es culpa tuya, porque has testificado contra ti mismo al decir: ‘Yo maté al ungido del Señor’”.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ y David dijo: —Te condenaste a ti mismo al confesar que mataste al ungido del Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ David dijo entonces: 'Recaiga tu sangre sobre tu cabeza. Tú mismo te condenaste cuando dijiste que habías herido de muerta al ungido de Yavé'.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Y David le dijo: ¡Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu boca atestiguó contra ti cuando dijiste: Yo maté al ungido de YHVH!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''.

2 Samuel 1:16 Referencias Cruzadas

2 Samuel 1:10

“Así que me acerqué a él y lo maté, porque sabía que, herido como estaba, no aguantaría mucho tiempo. Le quité la corona de la cabeza y el brazalete del brazo, y te los he traído aquí, mi señor”.

2 Samuel 16:8

“El Señor te ha pagado por toda la familia de Saúl que mataste y por robarle el trono. El Señor le ha dado el reino a tu hijo Absalón. Mira cómo has acabado en el desastre por ser un asesino”.

1 Reyes 2:37

Debes saber con certeza que el día que salgas y cruces el Valle de Cedrón morirás. Tu muerte será tu propia responsabilidad”.

Job 15:6

Tu propia boca te condena, no yo; tus propios labios testifican contra ti.

Proverbios 6:2

quedando así atrapado por tu promesa, y preso por tu palabra.

Ezequiel 18:13

Presta con intereses y se lucra con los préstamos. ¿Va a vivir alguien así? No, no lo hará. Porque ha hecho todas estas cosas ofensivas, morirá con seguridad, y será responsable de su propia muerte.

Ezequiel 33:5

Como oíste la trompeta pero no prestaste atención a la advertencia, entonces serás responsable de tu propia muerte. Si hubieras prestado atención a la advertencia, podrías haber salvado tu vida.

Levítico 20:16

“Una mujer que se entrega a un animal para tener sexo con él debe ser ejecutada, junto con el animal. Ambos deben ser asesinados; ellos son responsables de su castigo.

Levítico 20:27

“Todo hombre o mujer que sea médium o espiritista debe ser ejecutado. Deben ser apedreados hasta la muerte; ellos son responsables de su castigo”.

Levítico 20:9

“Cualquiera que maldiga a su padre o madre debe ser ejecutado. Han maldecido a su padre o madre; ellos son los responsables de su castigo.

Mateo 27:25

Todo el pueblo respondió: “¡Que su sangre sea sobre nuestras cabezas y las de nuestros hijos!”

Lucas 19:22

“‘Te juzgaré por tus propias palabras,’ respondió el rey. ‘Sabes que soy un hombre duro, “que tomo lo que no me pertenece, y cosecho lo que no sembré”.

Hechos 18:6

Y cuando ellos se le opusieron y lo maldijeron, sacudió su ropa y les dijo: “¡La sangre de ustedes está sobre sus propias cabezas! Soy libre de toda culpa, y desde ahora iré a los extranjeros”.

Hechos 20:26

Así que hoy les declaro que no soy responsable de que alguno se pierda.

Romanos 3:19

Está claro que todo lo que dice la ley se aplica a aquellos que viven bajo la ley, para que nadie pueda tener excusa alguna, y para asegurar que todos en el mundo sean responsables ante Dios.

Deuteronomio 19:10

De esta manera, la sangre de los inocentes no será derramada en el país que el Señor tu Dios te da para que lo poseas y no serás responsable de la muerte de los inocentes que no son culpables de perder sus vidas.

Josué 2:19

Si alguien sale de tu casa y es asesinado, es su culpa y no somos responsables de su muerte. Pero si alguien pone una mano sobre alguien que está dentro de su casa, asumimos toda la responsabilidad de su muerte.

Jueces 9:24

Esto sucedió por el asesinato de los setenta hijos de Jerob-baal y para que la responsabilidad de su sangre recayera en Abimelec, su hermano, que los mató, y en los líderes de Siquem, que proporcionaron los medios para matar a sus hermanos.

1 Samuel 25:39

Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, dijo: “Alabado sea el Señor, que me ha apoyado contra la injuria de Nabal y me ha impedido hacer el mal. Porque el Señor hizo que la maldad de Nabal recayera sobre él”. Entonces David envió un mensaje a Abigail, pidiéndole que se casara con él.

1 Samuel 26:9

Pero David le dijo a Abisai: “¡No, no lo mates! ¿Quién puede atacar al ungido del Señor y no ser culpable de un crimen?