Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos se ha ido estableciendo con muchas dificultades, y los que se esfuerzan poseen el reino.
Lucas 5:1 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Aconteció que Jesús estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret y la multitud se agolpaba junto a Él para escuchar la palabra de Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, mientras Jesús predicaba en la orilla del mar de Galilea, grandes multitudes se abalanzaban sobre él para escuchar la palabra de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Cierto día la gente se agolpaba a su alrededor para escuchar la palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. La Biblia Textual 3a Edicion Sucedió que al agolparse la multitud sobre Él para oír la palabra de Dios (Él estaba de pie junto al lago Genesaret), Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sucedió, pues, que, mientras él estaba de pie junto al lago de Genesaret, el pueblo se fue agolpando en torno a él, para oír la palabra de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció, que estando Él junto al lago de Genezaret, la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios. |
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos se ha ido estableciendo con muchas dificultades, y los que se esfuerzan poseen el reino.
Habiendo llegado a la otra orilla, desembarcaron en la tierra de Genesaret.
Como había tanta gente, Jesús le dijo a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca para que la multitud no lo apretujara.
Jesús empezó a enseñar nuevamente junto al lago; y se reunió una multitud tan grande que Él entró en una barca y se sentó para hablar desde allí y toda la gente estaba en la orilla del lago.
Cuando terminaron la travesía, tocaron tierra en Genesaret, donde anclaron la barca.
Mientras muchísimas personas se aglomeraban y se atropellaban unas a otras, Jesús se dirigió primero a sus discípulos: – Ustedes deben cuidarse para no ser contaminados por la levadura de los fariseos, es decir, la hipocresía.
Jesús vio dos barcas que estaban a la orilla del lago; los pescadores habían bajado de ellas para lavar sus redes.
En uno de aquellos días, Jesús y sus discípulos entraron a una barca, y Jesús les dijo: – Pasemos al otro lado del lago. Y partieron a aguas profundas.
Mientras navegaban, Jesús se durmió; entonces empezó una fuerte tempestad de viento en el lago, de modo que la barca comenzó a inundarse y estaba en peligro de hundirse.
Así pues, los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos, y la manada completa se lanzó por un despeñadero al lago y se ahogó.
Entonces, Jesús dijo: – ¿Quién me tocó? Todos lo negaron, y Pedro comentó: – Maestro, toda esta multitud te apretuja.
Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que seguía a Juan y ahora seguía a Jesús.
Después de esto Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, también llamado Tiberias.
Acuérdense de sus líderes, ya que ellos les comunicaron la palabra de Dios; consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e independiente de sus imperfecciones, imiten su fe.