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Lucas 8:33 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

33 Así pues, los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos, y la manada completa se lanzó por un despeñadero al lago y se ahogó.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Así que los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y toda la manada se lanzó al lago por el precipicio y se ahogó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Salieron, pues, del hombre para entrar en los cerdos, y toda la piara se precipitó de lo alto del acantilado, ahogándose en el lago.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 Saliendo entonces del hombre, los demonios entraron en los cerdos, y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Salieron, pues, de aquel hombre los demonios y entraron en los cerdos; la piara se arrojó con gran ímpetu al lago por un precipicio y se ahogó.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los puercos; y el hato se arrojó por un despeñadero en el lago, y se ahogó.

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Lucas 8:33
8 Referencias Cruzadas  

Jesús les dijo: – ¡Vayan! Los demonios salieron de los dos hombre, se fueron hacia los cerdos; de pronto la manada de cerdos se precipitó por un barranco hacia el mar y los cerdos murieron en las aguas.


Aconteció que Jesús estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret y la multitud se agolpaba junto a Él para escuchar la palabra de Dios.


Cerca de allí, en el monte, había una manada de cerdos que estaban comiendo; los demonios pidieron a Jesús que les permitiera entrar en estos cerdos. Y Jesús se los permitió.


Al ver todo eso, los que cuidaban a los cerdos huyeron, y contaron lo sucedido en la ciudad y por los pueblos cercanos.


Ustedes son de su padre, el diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. El diablo fue homicida desde el principio, y la verdad nunca habitó en él, pues él es enemigo de la verdad; él siempre habla con mentira, pues es su propia naturaleza, ya que es padre de mentira.


Tengan dominio propio, cuiden sus testimonios de vida, porque el enemigo de ustedes, el diablo, anda rondando como león feroz buscando devorarlos.


El rey de las langostas era el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es “Abadón” y en griego es “Apolión”.


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