Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Mateo 7:24 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »Por tanto, todo el que oye lo que enseño y lo pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Biblia Nueva Traducción Viviente »Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. La Biblia Textual 3a Edicion Cualquiera pues que me oye estas palabras y las practica, será comparado a un varón prudente, que edificó su casa sobre la roca, Biblia Serafín de Ausejo 1975 En resumen, todo aquel que oye estas palabras mías y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre una roca. |
Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.
»¿Quién es el siervo fiel y prudente a quien su señor ha dejado encargado de los sirvientes para darles la comida a su debido tiempo?
En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas.
“No —respondieron estas—, porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite y compren para ustedes mismas”.
Cayeron las lluvias. Crecieron los ríos. Soplaron los vientos y pegaron contra aquella casa. Sin embargo, la casa no se derrumbó, porque estaba edificada sobre la roca.
Pero todo el que oye mis enseñanzas y no las pone en práctica es como un hombre tonto que construyó su casa sobre la arena.
―Dichosos más bien —respondió Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, por eso permanezco en su amor.
Pues Dios no considera justos a los que solo oyen la Ley, sino a los que la obedecen.