Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro.
Mateo 6:27 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora a su vida? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, puede añadir algo a su estatura? La Biblia Textual 3a Edicion Y ¿quién de vosotros puede, aun afanándose, añadir a su estatura un solo codo?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Quién de vosotros, por mucho que se afane, puede añadir una sola hora a su existencia? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? |
Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro.
»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, pensando en qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, pensando qué se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
»¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni fabrican vestidos;
Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?”.
Por lo tanto, no se preocupen por el mañana, el cual tendrá sus propias preocupaciones. Cada día tiene sus propios problemas.
―Marta, Marta —le contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,
»Pero, cuando los lleven a juicio ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no se preocupen de cómo van a defenderse o qué van a decir.
Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Por eso les digo: No se preocupen por su vida, pensando en qué comerán; ni por su cuerpo, pensando con qué se vestirán.
No se preocupen por nada. Más bien, oren y pidan a Dios por todo. Presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Pongan en las manos de Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.