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Mateo 25:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Las descuidadas dijeron a las prudentes: “Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces las descuidadas dijeron a las precavidas: 'Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se están apagando.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Las necias dijeron a las sensatas: 'Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

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Otras versiones



Mateo 25:8
18 Referencias Cruzadas  

»El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.


Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas.


“No —respondieron estas—, porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite y compren para ustedes mismas”.


No piensen que podrán decir: “Somos descendientes de Abraham”. Pues les digo que Dios puede convertir estas piedras en descendientes de Abraham.


»Manténganse listos, con la ropa bien ajustada y las lámparas encendidas.


Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”.


Por lo tanto, pongan mucha atención. Al que sabe algo, se le dará más conocimiento. Al que no sabe nada, hasta lo que cree saber se le quitará».


―Rueguen al Señor por mí —respondió Simón—. No quiero que me suceda nada de lo que han dicho.


La promesa de gozar de su descanso todavía permanece. Pero debemos tener cuidado, pues alguno de ustedes podría quedarse sin disfrutarlo.


Hay algunos que pertenecen a un grupo que Satanás controla. Ellos se dicen ser judíos, pero en realidad mienten. Voy a hacer que se arrodillen a tus pies y reconozcan que yo te he amado.