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Mateo 24:36 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»Pero, en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán estas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por lo que se refiere a ese Día y cuándo vendrá, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles de Dios, ni aun el Hijo, sino solamente el Padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero acerca de aquél día y hora, nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo,° sino sólo el Padre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En cuanto al día aquel y la hora, nadie lo sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino el Padre solo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero del día y la hora, nadie sabe, ni los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre.

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Otras versiones



Mateo 24:36
10 Referencias Cruzadas  

»Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.


Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.


»Por tanto —agregó Jesús—, manténganse despiertos porque ustedes no saben ni el día ni la hora.


»Pero, en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.


―No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—.


Ustedes ya saben que el Señor regresará en el día menos esperado, como cuando un ladrón asalta en la noche.


Pero, en el día de su regreso, el Señor vendrá sin avisar, como lo hace un ladrón cuando quiere robar una casa. En ese día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso. Todo lo que existe será destruido por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.


Recuerden lo que Cristo dijo: «¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Dichoso el que se mantenga alerta y vestido; así no tendrá que andar desnudo ni sufrir vergüenza por su desnudez».


Así que recuerda lo que has aprendido acerca de Dios, obedécelo y arrepiéntete. Si no te mantienes alerta y en obediencia, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón.