La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Mateo 23:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, y así quedará limpio también por fuera.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Fariseo ciego! Primero lava el interior de la taza y del plato, y entonces el exterior también quedará limpio.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Fariseo ciego! Purifica primero lo que está dentro, y después purificarás también el exterior.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro de la copa,° para que también lo de fuera sea limpio.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro la copa, que así quedará limpia también por fuera.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

Ver Capítulo
Otras versiones



Mateo 23:26
12 Referencias Cruzadas  

»Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto.


Aconsejada por su madre, le pidió: «Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».


Al regresar del mercado, no comen nada antes de lavarse. Y siguen otras muchas tradiciones, tales como lavar copas, jarras y bandejas de cobre y las camas).


―Resulta que ustedes los fariseos —les dijo el Señor— limpian el vaso y el plato por fuera. Sin embargo, por dentro están ustedes llenos de robo y de maldad.


El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien. Pero el que es malo, de su maldad produce el mal. Pues de lo que abunda en el corazón habla la boca.


Queridos hermanos en la fe, ya que Dios nos ha hecho estas promesas, limpiemos nuestro cuerpo y espíritu de todo mal. Respetemos a Dios, porque así llegaremos a ser completamente santos.


Acerquémonos entonces a Dios con corazón sincero y con la completa seguridad que da la fe. Cristo nos ha limpiado de pecado, como quien es bañado con agua pura. Por eso, acerquémonos con una conciencia tranquila.


Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Pecadores, ¡dejen de hacer el mal! Ustedes los que dicen amar a Dios, pero también aman al mundo, ¡tomen una decisión y dejen el pecado!