La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Mateo 22:46 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Nadie pudo responderle ni una sola palabra, y desde ese día ninguno se atrevía a hacerle más preguntas.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Nadie pudo responderle, y a partir de entonces, ninguno se atrevió a hacerle más preguntas.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Y nadie supo qué contestarle. Desde ese día nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y nadie le podía responder palabra, ni desde aquel día se atrevió ninguno a preguntarle° más.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y nadie podía responderle una palabra, ni desde aquel día se atrevió ya nadie a hacerle más preguntas.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y nadie podía responderle ni una palabra; ni ninguno se atrevió desde aquel día a hacerle más preguntas.

Ver Capítulo
Otras versiones



Mateo 22:46
12 Referencias Cruzadas  

Así que le respondieron a Jesús: ―No lo sabemos. ―Pues, yo tampoco les voy a decir con qué autoridad hago esto.


Si David lo llama “Señor”, ¿cómo puede entonces ser su hijo?».


Al ver Jesús que había respondido con inteligencia, le dijo: ―No estás lejos del reino de Dios. Y desde entonces nadie se atrevió a hacerle más preguntas.


Cuando razonó así, quedaron humillados todos sus enemigos. Pero la gente estaba encantada de tantas maravillas que él hacía.


Pero ellos se quedaron callados. Entonces tomó al hombre, lo sanó y lo despidió.


Y no pudieron contestarle nada.


Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas.


Además, como vieron que los acompañaba el hombre que había sido sanado, nada podían decir en contra de ellos.


“Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Moisés se puso a temblar de miedo, y no se atrevía a mirar.