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Mateo 20:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús sintió compasión de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista y lo siguieron.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. ¡Al instante pudieron ver! Luego lo siguieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús sintió compasión y les tocó los ojos. Y al momento recobraron la vista y lo siguieron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces Jesús, movido a compasión, les tocó los ojos, y al instante recobraron la vista, y lo siguieron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús, movido a compasión, les tocó los ojos, y al momento recobraron la vista y lo siguieron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Jesús, teniendo compasión de ellos, tocó sus ojos, y al instante sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.

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Otras versiones



Mateo 20:34
20 Referencias Cruzadas  

Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos.


Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: ―Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino.


―Señor, queremos recibir la vista.


Al acercarse a Jerusalén, llegaron a Betfagué, al monte de los Olivos. Entonces Jesús envió a dos discípulos


Le tocó la mano y la fiebre se le quitó; luego ella se levantó y comenzó a servirle.


Entonces les tocó los ojos y les dijo: ―Que se haga con ustedes conforme a su fe.


Al ver a tantas personas, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abandonadas, como ovejas sin pastor.


Jesús lo apartó de la gente para estar a solas con él, le puso los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva.


Al instante recobró la vista. Entonces, dando la gloria a Dios, comenzó a seguir a Jesús. Y todos los que lo vieron alababan a Dios.


―¡Déjenlos! —ordenó Jesús. Entonces le tocó la oreja al hombre y lo sanó.


Al verla, el Señor sintió compasión de ella y le dijo: ―No llores.


para que les hables. Así abrirán los ojos y verán lo malo que hacen. Será como si pasaran de la oscuridad a la luz y del poder de Satanás al poder de Dios. De ese modo, al creer en mí, recibirán el perdón de los pecados y serán parte del pueblo de Dios”.


Por eso era necesario que en todo se pareciera a ellos. Lo hizo para ser un sumo sacerdote fiel y lleno de amor al servicio de Dios. De este modo pudo ofrecer un sacrificio para el perdón de los pecados del pueblo.


En fin, vivan en armonía los unos con los otros. Compartan penas y alegrías, amen a sus hermanos en la fe, sean compasivos y humildes.