En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra. Te alabo porque has escondido estas cosas de los sabios e instruidos, y se las has revelado a los que son como niños.
Mateo 19:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan. Pues el reino de los cielos es de quienes son como ellos». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí: el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis venir a mí, porque de los tales° es el reino de los cielos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús dijo: 'Dejad a los niños y no les impidáis venir a mí; porque el reino de los cielos es de los que son como ellos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis, porque de los tales es el reino del cielo. |
En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra. Te alabo porque has escondido estas cosas de los sabios e instruidos, y se las has revelado a los que son como niños.
Entonces dijo: ―Les aseguro que, a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.
«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.
Cuando Jesús se dio cuenta, se enojó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan. Pues el reino de Dios es de quienes son como ellos.
Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él».
Hermanos en la fe, piensen como personas maduras. Es bueno ser inocentes como un niño y no dar paso a la maldad. Pero, a la hora de pensar, hay que hacerlo como un adulto maduro.