La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Mateo 11:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Sí, Padre, porque así te agradó.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sí, Padre, ¡te agradó hacerlo de esa manera!

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sí, Padre; así lo has querido tú.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sí, Padre, porque así agradó a tus ojos.

Ver Capítulo
Otras versiones



Mateo 11:26
14 Referencias Cruzadas  

En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra. Te alabo porque has escondido estas cosas de los sabios e instruidos, y se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.


«Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo. Pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya».


―Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.


Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: ―Padre, te doy gracias porque me has escuchado.


»Ahora todo mi ser está angustiado. ¿Y acaso, por eso, voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!


¡Padre, da gloria a tu nombre!». Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya le di gloria, y volveré a darle gloria».


Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla y vuelve terco a quien él quiere.


Gracias a Cristo, ahora pertenecemos a Dios, y se nos dio el derecho de recibir su herencia. Fuimos elegidos desde un principio, porque Dios lo había planeado y él siempre hace lo que se propone.


él nos dio a conocer el plan que tenía en secreto. Plan que con gran bondad había decidido cumplir por medio de Cristo.


Así lo había decidido desde el principio, y lo cumplió por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.


Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa. Esa vida no la obtenemos por medio de nuestras propias acciones. Ha sido Dios quien decidió amarnos aunque no lo merecíamos, y nos dio esa vida. Decidió amarnos así por medio de Cristo Jesús aun antes de crear el universo.