Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.
Marcos 5:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces llegó uno de los líderes de la sinagoga local, llamado Jairo. Cuando vio a Jesús, cayó a sus pies Biblia Católica (Latinoamericana) En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies La Biblia Textual 3a Edicion Llega uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, cae a sus pies, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces viene uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo y, al verlo, se echa a sus pies Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí, vino uno de los príncipes de la sinagoga llamado Jairo, y luego que le vio, se postró a sus pies, |
Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.
La mujer, sabiendo lo que le había sucedido, se acercó temblando de miedo. Se arrojó a los pies de Jesús y le confesó toda la verdad.
Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús notó el alboroto y que la gente lloraba y daba grandes gritos.
Molesto porque Jesús había sanado en sábado, el jefe de la sinagoga intervino y le dijo a la gente: ―Hay seis días en que se puede trabajar, así que vengan esos días para ser sanados, y no el sábado.
Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: ―¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!
Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces dijo con fuerza: ―¿Por qué te metes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me castigues!
Al terminar la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga mandaron a decirles: «Amigos, si tienen algún mensaje de aliento para el pueblo, hablen».
Entonces se fueron todos sobre Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal. Pero Galión no le dio ninguna importancia al asunto.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia. También creyeron y fueron bautizados muchos de los corintios que oyeron a Pablo.
Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Y, cuando lo vi y oí, me arrodillé para adorar al ángel que me había estado mostrando todo esto.