Pasando junto al lago de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores.
Marcos 3:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Estos son los doce que él eligió: Simón (a quien llamó Pedro); Más versionesBiblia Reina Valera 1960 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; Biblia Nueva Traducción Viviente Estos son los doce que escogió: Simón (a quien llamó Pedro), Biblia Católica (Latinoamericana) Estos son los Doce: Simón, a quien puso por nombre Pedro;' La Biblia Textual 3a Edicion A° Simón, le puso por sobrenombre Pedro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éstos fueron los doce elegidos por él: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro; Biblia Reina Valera Gómez (2023) A Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; |
Pasando junto al lago de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores.
Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno);
Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles:
Luego lo llevó a Jesús, quien, mirándolo fijamente, le dijo: ―Tú eres Simón, hijo de Juan. Serás llamado Cefas (es decir, Pedro).
Cuando llegaron, subieron al lugar donde se estaban quedando. Estaban allí Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás. También estaban Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Zelote, y Judas hijo de Santiago.
Me refiero a que unos dicen: «Yo soy seguidor de Pablo»; otros afirman: «Yo sigo a Apolos»; otros: «Yo, a Pedro»; y aún otros: «Yo, a Cristo».
Ya sea Pablo, o Apolos, o Pedro, o el mundo, o la vida, o la muerte, o el presente o el futuro, todo es de ustedes.
¿No tenemos derecho a viajar acompañados por una esposa creyente? ¿Acaso no es eso lo que hacen los demás apóstoles, los hermanos del Señor y Pedro?
Los saluda Simón Pedro, servidor y apóstol de Jesucristo. Dirijo esta carta a los que han confiado en Cristo de manera tan preciosa como lo hemos hecho nosotros. Esa confianza nos la ha dado nuestro Dios y Salvador Jesucristo, quien ha demostrado ser justo.