El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
Marcos 10:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste, porque tenía muchas riquezas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Biblia Nueva Traducción Viviente Al oír esto, el hombre puso cara larga y se fue triste porque tenía muchas posesiones. Biblia Católica (Latinoamericana) Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él, entristecido por estas palabras, se marchó apenado, porque era de los que° tienen° muchas posesiones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ante estas palabras, al joven se le anubló el semblante y se fue lleno de tristeza, pues poseía muchos bienes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. |
El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
Cuando Judas, el que lo había traicionado, vio que habían condenado a Jesús, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los líderes judíos.
Jesús lo miró con amor y añadió: ―Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Jesús miró alrededor y les comentó a sus discípulos: ―¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
porque Herodes temía a Juan y lo protegía. Sabía que era un hombre justo y santo. Cuando Herodes oía a Juan, se quedaba muy confundido, pero lo escuchaba con gusto.
El rey se puso muy triste, pero, como había hecho el juramento frente a sus invitados, no quiso decepcionarla.
»¡Tengan cuidado! —dijo a la gente—. Cuídense de todo deseo por tener siempre más, porque la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes».
La tristeza que Dios causa produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, por eso no hay que lamentar esa tristeza. Pero la tristeza que causa el mundo produce la muerte.
Pues pueden estar seguros de que si tienen relaciones sexuales prohibidas o hacen cosas vergonzosas jamás formarán parte del reino de Cristo y de Dios. Tampoco lo serán aquellos que siempre están preocupados por tener más y más. Los que así se comportan adoran a un dios falso.
pues Demas me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Se fue porque ama las cosas de este mundo. Crescente se ha ido a Galacia y Tito, a Dalmacia.