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Lucas 3:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Es más, el hacha ya está puesta en la base de los árboles. Todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y echado al fuego.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora mismo el hacha del juicio de Dios está lista para cortar las raíces de los árboles. Así es, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y arrojado al fuego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ahora mismo el hacha está puesta a la raíz de los árboles; todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles. Y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

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Otras versiones



Lucas 3:9
14 Referencias Cruzadas  

El hacha ya está puesta en la base de los árboles. Todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y echado al fuego.


Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego.


Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero, cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.


Así que le dijo al viñador: “Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?”.


Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela”».


El que no permanece en mí es desechado y se seca. Luego, esas ramas se recogen, se arrojan al fuego y se queman.


Cualquiera que rechazaba la Ley de Moisés moría sin compasión si dos o tres testigos declaraban que había desobedecido.


pues nuestro Dios es como un fuego destructor.