Ellas encontraron que había sido quitada la piedra que cubría la tumba.
Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
Encontraron que la piedra de la entrada estaba corrida a un costado.
Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida,
Y hallaron que la piedra del sepulcro había sido rodada,
Vieron que la piedra había sido retirada ya del sepulcro.
Y hallaron removida la piedra del sepulcro.
Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose a la tumba, quitó la piedra y se sentó sobre ella.
El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron a la tumba. Llevaban los perfumes que habían preparado.
Pero, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Conmovido una vez más, Jesús se acercó a la tumba. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.
Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: ―Padre, te doy gracias porque me has escuchado.