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Mateo 28:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

2 Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose a la tumba, quitó la piedra y se sentó sobre ella.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡De repente, se produjo un gran terremoto! Pues un ángel del Señor descendió del cielo, corrió la piedra a un lado y se sentó sobre ella.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 De repente se produjo un violento temblor: el Angel del Señor bajó del cielo, se dirigió al sepulcro, hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo, se acercó e hizo rodar la piedra, y se sentó encima de ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 De pronto se produjo un gran terremoto; porque un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella.

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Mateo 28:2
12 Referencias Cruzadas  

De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas.


No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.


El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue a la tumba. Al llegar, vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada.


Entonces se abrió el templo de Dios que está en el cielo, y en él se vio el cofre de su pacto. Entonces hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte lluvia de granizo.


A esos profetas se les hizo saber que anunciaban algo que no era para ellos, sino para ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron la buena noticia. Hablaban por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Estas son cosas que aun los mismos ángeles quisieran poder ver.


y lo puso en una tumba nueva de su propiedad que había cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra grande a la entrada de la tumba, y se fue.


Así que ellos fueron, cerraron la tumba con una piedra y la sellaron; y dejaron puesta la guardia.


Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó.


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