Cuando se enteraron los judíos y los griegos que vivían en Éfeso, el temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús recibía la gloria.
Hechos 5:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Y un gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que se enteraron de lo que pasó. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente Gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que oyeron lo que había sucedido. Biblia Católica (Latinoamericana) A consecuencia de esto un gran temor se apoderó de toda la Iglesia y de todos cuantos oyeron hablar del hecho. La Biblia Textual 3a Edicion Y vino un gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oían estas cosas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y un gran temor se apoderó de toda la Iglesia y de todos los que oyeron estas cosas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas. |
Cuando se enteraron los judíos y los griegos que vivían en Éfeso, el temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús recibía la gloria.
Todos estaban asombrados por los muchos milagros y maravillas que hacían los apóstoles.
Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido.
Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Cada día se hacía más fuerte, pues todos respetaban al Señor. El número de creyentes iba creciendo, y eran todos fortalecidos por el Espíritu Santo.
Mis queridos hermanos en la fe, ustedes siempre han obedecido. Y, así como lo han hecho en mi presencia, háganlo mucho más ahora en mi ausencia. Por eso les pido que con todo respeto y amor a Dios vivan demostrando que son salvos.
Por la fe Noé recibió la advertencia de Dios sobre cosas que aún no se veían. Por eso, obedeció y construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe el resto del mundo fue castigado y él fue declarado justo, pues le creyó a Dios.
Asegúrense de que nadie deje de alcanzar el amor inmerecido de Dios. No causen dificultades a nadie, no sean como una raíz amarga que envenena a muchos.
Así que seamos agradecidos, pues estamos recibiendo un reino que no se puede mover. Que esa gratitud nos haga adorar a Dios con humildad y obediencia, como a él le agrada,
La promesa de gozar de su descanso todavía permanece. Pero debemos tener cuidado, pues alguno de ustedes podría quedarse sin disfrutarlo.
Ustedes llaman Padre al Dios que juzga por igual las acciones de cada uno. Por eso deben ser humildes y obedientes mientras vivan en este mundo como si fueran extranjeros.
¿Quién no te respetará, oh Señor? ¿Quién no dará la gloria a tu nombre? Solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán. Pues todos han podido ver que eres un Dios justo».