Jesús le respondió: ―Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Hechos 4:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) No había ningún necesitado en la comunidad. Los que tenían casas o terrenos los vendían y entregaban el dinero Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, Biblia Nueva Traducción Viviente No había necesitados entre ellos, porque los que tenían terrenos o casas los vendían Biblia Católica (Latinoamericana) Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas los vendían, traían el dinero La Biblia Textual 3a Edicion Y no había ningún necesitado entre ellos, pues todos los que poseían tierras o casas, las vendían y llevaban el dinero de las cosas vendidas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No había pobre alguno entre ellos; porque todos cuantos poseían tierras o casas las vendían, aportaban el precio de lo vendido Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, |
Jesús le respondió: ―Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Jesús lo miró con amor y añadió: ―Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Vendan sus bienes y den a los pobres. Consigan bolsas que no se rompan y un tesoro en el cielo que no se agote. Allí no hay ladrón que llegue ni polilla que destruya.
Por eso les digo que usen las riquezas de este mundo para ganar amigos, para que, cuando estas se acaben, haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas.
Luego Jesús dijo a todos: ―Cuando los envié a ustedes sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso les faltó algo? ―Nada —respondieron.
Vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.
Pues él vendió un terreno que tenía, llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.
En este momento ustedes tienen en abundancia y pueden suplir las necesidades de otros. En otro momento, ellos tendrán en abundancia y les darán para sus necesidades. Así habrá igualdad,
para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los que no son creyentes. Así no tendrán que pedirle a nadie.
De este modo tendrán en el cielo un tesoro que les servirá de base para disfrutar en el futuro de la vida verdadera.
La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.