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Hechos 3:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

El hombre no soltaba a Pedro y a Juan, que estaban en la entrada de Salomón. Entonces, toda la gente, que no salía de su asombro, corrió hacia ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Llenos de asombro, salieron todos corriendo hacia el pórtico de Salomón, donde estaba el hombre sujetando fuertemente a Pedro y a Juan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El hombre sanado no se separaba de Pedro y Juan, por lo que toda la gente, fuera de sí, acudió y se reunió alrededor de ellos en el pórtico llamado de Salomón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y mientras él° tenía asidos a Pedro y a Juan, todo el pueblo, asombrado en gran manera,° corrió juntamente hacia ellos al pórtico de Salomón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él no se soltaba de Pedro y de Juan, de modo que toda la gente, llena de asombro, se arremolinó junto a ellos, en el pórtico llamado de Salomón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.

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Otras versiones



Hechos 3:11
9 Referencias Cruzadas  

Entonces Jesús les dijo a Pedro y a Juan: ―Vayan a hacer los preparativos para que comamos la Pascua.


Ahora bien, el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarlo, pero Jesús lo despidió y le dijo:


y Jesús andaba en el Templo, por la entrada de Salomón.


Al oír aquel ruido, todos fueron al lugar. Y quedaron sorprendidos, porque cada uno los escuchaba hablar en su propio idioma.


Al ver esto, Pedro les dijo: «Israelitas, ¿por qué les sorprende lo que ha pasado? ¿Por qué nos miran como si, por nuestro propio poder o virtud, hubiéramos hecho caminar a este hombre?


Cuando este vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió dinero.


Pedro, con Juan, mirándolo fijamente, le dijo: ―¡Míranos!


Por medio de los apóstoles ocurrían muchos milagros y maravillas entre el pueblo. Y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en las afueras del Templo, en la entrada a la puerta de Salomón.