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Hechos 24:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Hemos descubierto que este hombre es un verdadero problema. Por todas partes anda provocando alborotos entre los judíos. Es el líder de un grupo llamado los nazarenos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hemos descubierto que este hombre es un alborotador que constantemente provoca disturbios entre los judíos por todo el mundo. Es un cabecilla de la secta conocida como “los nazarenos”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nos consta que este hombre es peor que la peste, crea divisiones entre los judíos de todo el mundo y es un dirigente de la secta de los Nazarenos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque hemos° hallado que este hombre es una peste que promueve altercados entre los judíos por todo el mundo, siendo además cabecilla de la secta de los nazarenos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Hemos descubierto que éste es un hombre pestífero y promotor de tumultos entre todos los judíos dispersos por el mundo, como cabecilla de la secta de los nazarenos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pues hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.

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Otras versiones



Hechos 24:5
32 Referencias Cruzadas  

Basta con que el alumno sea como su maestro, y el siervo como su amo. Si al jefe de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su familia!


y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: «Lo llamarán Nazareno».


―¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!


A Barrabás lo habían metido en la cárcel por una rebelión en la ciudad y por homicidio.


Y comenzaron la acusación con estas palabras: ―Hemos descubierto a este hombre causando alboroto en nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al césar y afirma que él es el Cristo, un rey.


Soltó al hombre que le pedían. Echó fuera de la cárcel al que era culpable de rebeldía y homicidio. Luego, dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran.


Pero ellos insistían: ―Con sus enseñanzas alborota al pueblo por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.


Entonces algunos creyentes que pertenecían al grupo de los fariseos se pusieron de pie y dijeron: ―Es necesario circuncidar a los no judíos y exigirles que obedezcan la Ley de Moisés.


Gritaban: «¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el hombre que anda por todas partes enseñando en contra de nuestro pueblo, nuestra Ley y este lugar. Ahora ha metido a unos griegos en el Templo. No tiene respeto por este lugar santo».


La gente estuvo escuchando a Pablo hasta que pronunció esas palabras. Entonces levantaron la voz y gritaron: «¡Mátalo! ¡Ese hombre no merece vivir!».


Sin embargo, sí confieso que adoro al Dios de nuestros antepasados. Lo adoro junto con el grupo de los que han aceptado el mensaje de Jesús. Y lo he aceptado porque estoy de acuerdo con todo lo que enseña la Ley. También creo lo que está escrito en el libro de los Profetas. A este grupo mis acusadores lo llaman secta.


Pero, para no molestarlo más, le ruego que, con la bondad que lo caracteriza, nos escuche brevemente.


Cuando este entró, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon. Presentaron contra él muchas acusaciones graves, pero no las podían probar.


Ellos me conocen desde hace mucho tiempo. Así que pueden decir aquí, si quieren, que viví como fariseo. Los fariseos son el grupo más estricto de nuestra religión.


Pero queremos oír tu punto de vista, porque lo único que sabemos es que en todas partes se habla en contra de ese grupo.


El sumo sacerdote y todos sus seguidores, que pertenecían al grupo de los saduceos, se llenaron de envidia.


Presentaron testigos falsos, que declararon: «Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la Ley.


Sin duda, estas divisiones se dan entre ustedes para que así se demuestre quiénes en verdad cuentan con la aprobación de Dios.


Si hablan mal de nosotros, los tratamos con gentileza. Se nos considera la basura de este mundo, los deshechos de la gente. Y esto no ha cambiado hasta el día de hoy.


Porque quien sufre injustamente merece ser alabado. Claro, siempre y cuando soporte esos sufrimientos por mantenerse fiel a las enseñanzas de Dios.