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Hechos 19:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió las regiones montañosas y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo viajó por las regiones del interior hasta que llegó a Éfeso, en la costa, donde encontró a varios creyentes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo llegó a Efeso atravesando las regiones altas; encontró allí a algunos discípulos'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Mientras Apolos estaba° en Corinto, aconteció que Pablo, después de recorrer las regiones superiores, fue° a Éfeso, y halló° a ciertos discípulos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones altas, llegó a Éfeso y encontró algunos discípulos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo pasado por las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,

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Otras versiones



Hechos 19:1
16 Referencias Cruzadas  

Después de esto, Pablo se marchó de Atenas y se fue a Corinto.


Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia. También creyeron y fueron bautizados muchos de los corintios que oyeron a Pablo.


Cuando se enteraron los judíos y los griegos que vivían en Éfeso, el temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús recibía la gloria.


Les consta además que el tal Pablo ha logrado convencer a mucha gente no solo en Éfeso, sino en casi toda la provincia de Asia. Él dice que no son dioses los que se hacen con las manos.


Pablo había decidido no parar en Éfeso para no demorarse en la provincia de Asia. Tenía prisa por llegar a Jerusalén para el día de Pentecostés, si fuera posible.


Cuando llegaron, les dijo: «Ustedes saben cómo me porté todo el tiempo que estuve con ustedes, desde el primer día que vine a la provincia de Asia.


Ya antes habían visto en la ciudad a Trófimo el efesio en compañía de Pablo y suponían que Pablo lo había metido en el Templo.


Me refiero a que unos dicen: «Yo soy seguidor de Pablo»; otros afirman: «Yo sigo a Apolos»; otros: «Yo, a Pedro»; y aún otros: «Yo, a Cristo».


En Éfeso me tuve que enfrentar a personas que parecían animales salvajes. Pero, si los muertos no resucitan, ¿qué gané con eso? Si los muertos no resucitan, «¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!».


En cuanto a Apolos, nuestro hermano en la fe, le rogué insistentemente que en compañía de otros creyentes les hiciera una visita. No quiso de ninguna manera ir ahora, pero lo hará cuando se le presente la oportunidad.


Pero me quedaré en Éfeso hasta que llegue la fiesta de Pentecostés.


Hermanos en la fe, he hablado de Apolos y de mí mismo para que ustedes me entiendan mejor. Si siguen nuestro ejemplo, aprenderán aquello de «no ir más allá de lo que dicen las Escrituras». Así ninguno de ustedes podrá sentirse orgulloso afirmando que uno es mejor que el otro.


Los saluda Pablo. Soy apóstol de Cristo Jesús porque Dios así lo quiso. Esta carta va dirigida a los creyentes que están en Éfeso y que siguen confiando en Cristo Jesús.